Genio y figura

Hace mucho tiempo que una de las grandes figuras de la Real contemporánea admira al genio que fichó el club el pasado verano. Una señal más de los vientos de prosperidad que corren por Anoeta: poder ver defendiendo a la vez el escudo a Mikel
Oyarzabal y David
Silva. A los resultados hay que remitirse para contrastar el valor de tener en una misma plantilla a dos cracks, separados por 11 años, unidos por la Real, y caracterizados por su don para jugar al fútbol. Aunque pertenezcan a generaciones diferentes.

La Eurocopa que arranca la próxima semana sirve de reflejo para ponderar la posición de la Real en el actual fútbol europeo. Dos representantes como Alexander
Isak y Mikel
Oyarzabal pasearán el nombre del club por las plazas más prestigiosas. El eibarrés vela armas antes de debutar en tamaño torneo a los 24 años. Un paso más en una carrera meteórica, resplandeciente, que incluye en el catálogo un claro guiño a David
Silva. La referencia, o una de ellas, del ‘10’ de la Real.

Mikel
Oyarzabal lucirá el dorsal ‘21’ en la Eurocopa. A botepronto, una mera anécdota que apenas merecería un somero repaso. Y punto. Si no fuera, claro, porque el capitán de la Real hereda directamente el número que David Silva fue convirtiendo en icónico para la selección española, el mismo que llevó en la última Eurocopa que se celebró hace cinco años (2016).

Parte como reserva

La carrera de Silva como internacional absoluto es una obra de arte. El de Arguineguín fue un estelar integrante de la camada que llevó al combinado estatal a ganar dos Eurocopas (2008 y 2012) y una Copa del Mundo (2010). Debutó en categoría absoluta en 2006, cuando Oyarzabal tenía nueve años. La pasión por el fútbol había nacido para entonces y ya corría por las venas del guipuzcoano. “Cuando era pequeño iba a verle a Ipurua”, llegó a confesar Oyarzabal, en alusión a la etapa de Silva como futbolista del Eibar (2004-2005).

Luis Enrique deposita confianza en Oyarzabal desde que se puso al mando del banquillo español, aunque a priori al realista le corresponderá esperar su oportunidad como reserva. El asturiano apuesta por el zurdo de Eibar como delantero centro. Gerard
Moreno o Morata parten con ventaja, al margen de la competencia que se suma en el resto del ataque (Adama, Olmo, Ferran
Torres).

Cuatro derrotas, dos en Liga

Oyarzabal y Silva se han distinguido como elementos decisivos en la Real campeona de Copa y europea de la 2020/2021. La escuadra de Imanol ha arrollado como si fuera un rodillo en la mayoría del tiempo en que el eibarrés y el isleño han coincidido sobre el terreno de juego.

La Real ha tenido el placer de jugar con Silva y Oyarzabal a la vez en 23 de los 50 partidos oficiales del curso. Pocos. Menos de la mitad, debido a los problemas físicos que les han ido maniatando. Cuando Imanol ha contado con esta dupla de oro, el fútbol ha fluido de memoria, con una lucidez primaveral, en la vanguardia txuri urdin.

El 70% fueron victorias para la Real con Silva y Oyarzabal. 16 partidos de 23, con tres empates y cuatro derrotas. La Real de Silva y Oyarzabal perdió dos veces en Liga y, en la Europa League, contra el Nápoles (0-1) y el Manchester United (0-4). El par de varapalos en el campeonato fueron singulares, ya que Silva se lesionó a la media hora en Granada (1-0) y sólo jugó al final en Huesca (1-0). Desde el 29 de noviembre hasta el 7 de febrero, no coincidieron en el campo. Fue, de largo, la peor fase de la Real en toda la temporada.


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