German Galushchenko: “Los alemanes eran totalmente prorrusos antes de la guerra”


Tras semanas de reuniones para impulsar mayores sanciones energéticas contra Moscú, el actual ministro de Energía de Ucrania, German Galushchenko (Lviv, 49 años), advierte a los líderes europeos que la región tiene que dar pasos radicales si realmente quiere eliminar su adicción al gas ruso antes del próximo invierno. Desde su oficina en Kiev, el especialista en comercio internacional asegura a CincoDías haber alertado sobre los peligros de la energía rusa desde la época de Angela Merkel. En una videollamada, Galushchenko señala que en el último mes han recibido mucho apoyo en palabras, pero que su país necesita que se tomen medidas más contundentes contra el Kremlin.

 ¿Cual es su opinión sobre el avance de las sanciones europeas?

Estamos agradecidos por las sanciones pero no son suficientes. Si las comparas con la cantidad de dinero que sigue ingresando a Rusia realmente no representan casi nada. En los primeros 49 días de guerra Europa ha enviado a Rusia aproximadamente 37.000 millones de euros, que ellos están usando para financiar su guerra. Ahora incluso se debate que las sanciones comiencen desde agosto…

¿Piensa que Europa aprobará las sanciones al petroleo próximamente?

Espero coraje y aún mayor resolución. Que se apruebe no solo la prohibición al petroleo sino también al gas ruso. Tenemos la esperanza de que nuestros aliados internacionales tomen pasos decisivos para esto próximamente. El presidente Zelensky lo ha dicho antes, no importa si imponen un sexto paquete o un séptimo paquete, lo que importa es que las sanciones sean efectivas. Incluso si dicen que tardarán en eliminar las exportaciones, lo aceptamos ¡Pero dejad de darles dinero a los rusos!

¿Por qué hay tanta resistencia para implementar estas medidas?

Antes de la guerra tuve más de tres reuniones con el anterior ministro de energía de Alemania, Peter Altmaier. Cuando les advertí que con el Nord Stream 2 estaban incrementando el riesgo de que los rusos controlaran los precios de la energía y de que Gazprom tuviera un monopolio sobre Europa, me respondió:”¿Y usted que tiene contra los rusos? Son los mejores socios que tenemos. Confiamos en ellos”. Le respondí que nosotros también confiábamos en ellos antes de la guerra en Crimea. Luego, él prefirió llamarla “conflicto”. En ese momento entendí que la posición de los alemanes era totalmente prorrusa. Esto era así. Por eso ahora es difícil cambiar las cosas. Yo francamente no creo que sea una cuestión solo de dependencia. Son personas inteligentes. Tiene que haber otras razones ocultas. No sé si será política, dinero o influencia rusa, pero tiene que haber algo más. Aquí lo vivimos y hubo mucha corrupción. No puedo imaginar que los rusos hayan ofrecido gas barato a Europa sin ganar influencia.

“No sé si será política, dinero o influencia, pero tiene que haber razones ocultas para la resitencia alemana a dejar el gas ruso”

¿Ha cambiado la situación con el nuevo Gobierno alemán?

El nuevo ministro [Robert Habeck] es más consciente de la realidad, pero necesitamos más. Hoy las cosas son o blanco o negro. No puedes estar en medio como clásicamente se hace en política. Todo el mundo ha visto lo que sucedió en Bucha, pero hay mucho más lugares iguales donde se han violado todas las leyes de la guerra. Para nosotros si no estás a favor estás en contra. Les hemos dicho que si prolongan hasta fin de año la vida de las plantas nucleares que planean cerrar en estos meses, pueden evitar la importación de hasta 9.000 millones de metros cúbicos de gas ruso. Les hemos dicho también que si no quieren hacerlo pueden buscar diversificar. Ahora veremos si están realmente comprometidos o son puras palabras.

¿Qué papel está jugando el sector privado en esta situación?

Ellos harán lo que siempre han hecho. Las compañías importadoras de petroleo y gas seguirán importando y haciendo contratos. Aunque hemos recibido muchas muestras de solidaridad, incluso de las empresas alemanas y austriacas, las decisiones clave tienen que ser tomadas por los políticos. Aunque sean empresas privadas están sujetas a sus respectivas jurisdicciones y cumplirán con lo que la ley ordene.

¿Piensa que el riesgo de un corte de suministro es real?

No creo que esto vaya a pasar. Si lo quisieran hacer ya lo habrían hecho. Antes de la guerra habían disminuido los flujos, pero el primer día de guerra incrementaron los volúmenes al máximo porque necesitaban dinero para financiar la invasión. Europa se lo pagó y lo siguen haciendo. Así continúa el ciclo. Suben los precios y disminuyen los volúmenes. Luego las ganancias las usan para continuar la guerra. Es increíble realmente.

¿Cual será el papel de Ucrania en el transporte de gas ruso a Europa en el futuro?

Siempre hemos cumplido con el servicio de transporte. Incluso durante la guerra hemos garantizado los envíos de gas, a pesar de que nosotros no lo compramos. Sin embargo, si Europa decide dejar de comprarlo, nosotros lo dejaremos de enviar. Por supuesto tendremos que trabajar en la diversificación y tendremos que importar de Catar o Turquía, o tendremos que implementar terminales de GNL para importar de Estados Unidos. Hay muchas opciones que explorar, por ejemplo también con las compras colectivas y en esto queremos destacar el trabajo de la comisaria de energía europea, Kadri Simson.

¿Está en riesgo la infraestructura energética ucraniana o europea?

Nuestras fuerzas ya lograron retomar el norte de Kiev pero los rusos siguen teniendo bajo su control nuestras principales plantas nucleares. Han destruido intencionalmente infraestructura fundamental como plantas de energía térmica. También tienen como objetivo los almacenes de petroleo. Lo hacen para limitar el abastecimiento de nuestro ejército y para perjudicar nuestra producción agrícola. El ejército ruso no respeta a nadie. ¡Incluso han robado los tenedores de las casas!

¿Cómo piensa que continuará la situación en las próximas semanas?

Por el momento solo se tiene un esqueleto en las negociaciones. Por supuesto todos preferimos un cese al fuego, pero lo que puedo decir es que nuestro mejor negociador hasta ahora ha sido nuestro ejército.


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