Gica Craioveanu (Rumania, 1968) habla de la Real en primera persona, como si en vez de haber nacido en Europa del Este lo hubiera hecho en Bergara o Elgoibar. Coincidió con Imanol Alguacil durante cuatro años en la Real y luego se fueron juntos al Villarreal, próximo rival de los txuri urdin. Gica atiende a MD con la amabilidad que le caracteriza.
¿Cómo ve a la Real?
Me está gustando muchísimo, tiene un estilo de juego muy definido, está jugando muy bien al fútbol. Es un juego bonito para el espectador porque encima hace goles, a mí, como hincha de la Real, me encanta verle jugar. Lo que pasa es que en algún momento que se va de los partidos, como los días del Bilbao y Madrid, no me gustaron. Y eso puede ser decisivo para estar entre los cuatro primeros.
¿Le ve ahí, peleando por la Champions?
Sin duda, con este equipo y este entrenador tiene muchas opciones de quedar entre los cuatro primeros. Sinceramente, no veo muchos equipos por encima de la Real en cuanto a talento. De medio campo hacía adelante ni Sevilla ni, si me apuras, el Atlético de Madrid tienen mejor equipo. Está Odegaard, Oyarzabal, Willian José y sino Isak, jugadores internacionales… Muchísimo nivel.
¿Con quién se queda de la plantilla?
Con muchos. El juego de Odegaard me parece bárbaro, espectacular, juega muy bien entre líneas y tiene personalidad. Oyarzabal se ha echado el equipo a la espalda y es el capitán en el campo porque ha dado un paso adelante. Pero me encanta Mikel Merino, ha mejorado mucho él y el equipo lo nota, es un jugador ‘box to box’ que ha hecho olvidar la baja de Illarramendi con Zubeldia por detrás. El equipo este año está muy compensado.
¿Qué le parece Imanol Alguacil?
Está haciendo un trabajo brutal. Lo conozco muchísimo de cuando estuvimos como jugadores en la Real y luego en el Villarreal y no me esperaba esto de él (risas). Era muy tranquilo, pausado, no levantaba nunca la voz y ahora es todo lo contrario. Lo que está haciendo es increíble porque ha impuesto en nuestro equipo la táctica que quería, le felicito porque se lo merece.
Fiel a un estilo intocable.
Sin duda. El equipo presiona muy arriba, sale con el balón jugado aunque a veces lo hayamos pagado caro, pero es su estilo y me encanta. Hay partidos como en San Mamés y Sevilla que el equipo ha dejado mucho que desear, pero por lo demás la temporada es fantástica no se le puede reprochar nada ni a Imanol ni a la plantilla.
¿Ha cambiado mucho?
(Risas) Eso parece. Antes era tranquilo y ahora se impone a sus jugadores, parece que tiene mando, me está gustando muchísimo porque el equipo tiene mucho hambre, carácter y todos los que somos de la Real tenemos que estar muy orgullosos de este equipo. Igual me equivoco, pero este equipo juega mejor al fútbol que el equipo subcampeón de 2003, la primera parte de Pamplona fue exquisita.
¿Cómo ve el partido del domingo?
El Villarreal es un equipo muy peligroso, bien preparado y entrenado. Tiene muchísima calidad aunque todavía no ha encontrado el rumbo del todo. Hace partidos buenísimos pero otros desastrosos. Es un equipo a tener en cuenta y, con un poco de suerte, también acabará entre los seis primeros.
Vienen lanzados tras ganar a Getafe y Sevilla.
Y tanto, ya apuntan más alto en la clasificación. Tiene jugadores muy desequilibrantes en las dos bandas, que son exquisitas. También Gerard Moreno, que después de una temporada mala se ha casado otra vez con el gol y me está encantando Zambo Anguissa en el medio. Le están condenando, como a la Real, algunos fallos en defensa.
¿Qué tiene que hacer la Real para ganar?
La clave estará en el ‘10’ pero sobre todo en el ‘21’. Si Odegaard está bien entre líneas y encuentra a sus compañeros de ataque la Real tiene mucho ganado. Luego hay que acertar y para eso hay que tener precisión, quien la tenga estará cerca de llevarse los tres puntos.
¿Quién es el favorito?
La Real y más en Anoeta, digo un 2-1 a nuestro favor.
Gica Craioveanu no quiere saber nada del Reale Arena: “Ese nombre me pone enfermo, siempre será Anoeta”. El rumano todavía no ha podido visitar el nuevo campo: “A ver si me invitan porque tengo muchísimas ganas, es increíble el ambiente que hay en cada partido. Cuando yo jugaba con pistas la gente estaba muy lejos y era mucho más fría, teníamos que jugar nosotros muy bien para que la gente se calentase, ahora eso parece una olla a presión”, dice.
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