Giuliano Simeone fue una de las grandes noticias que dejó el primer amistoso de verano del Atlético de Madrid, el disputado el viernes ante el Numancia en El Burgo de Osma. El tercer hijo del entrenador colchonero debutó con el primer equipo, firmando una buena actuación.
Suya fue la acción que originó el único gol del Atlético, logrado en el minuto 3 por Mario Soriano
. Un balón al espacio que tenía como dueño la zaga soriana lo convirtió en oro Giuliano. Peleó el balón con el central rojillo, chocó con él y a pesar de su menor corpulencia, se quedó con el esférico, con el rival por los suelos. Levantó la cabeza y puso un pase de la muerte a Sergio Camello, que abrió las piernas para dejarla pasar y que Soriano marcase a placer.
Durante el resto del choque, Giuliano fue el encargado de iniciar la presión junto a Camello, yendo al choque y metiendo la pierna (y el cuerpo) en tareas defensivas y lanzando continuos desmarques a la espalda de la zaga. Trató de asociarse con sus compañeros del filial.
Fue uno de los pocos jugadores que permaneció en el terreno de juego tras el descanso. Después entró Saponjic en su lugar, llevándose la ovación de la grada al ser sustituido.
Una vez finalizado el encuentro, y de camino al autobús para regresar a Madrid, fueron varios los jugadores que se pararon para atender a los aficionados que se arremolinaban junto a la puerta del estadio. Giuliano, Sergio Camello, Borja Garcés, Arias… Pero el más solicitado fue el hijo del Cholo.
Durante cerca de diez minutos (no había más tiempo, pues el autobús ya estaba en marcha) Giuliano atendió pacientemente a todos los seguidores, en especial a los niños, que reclamaban a gritos su presencia. Autógrafos y fotografías, siempre con la mascarilla puesta, y muchas palabras de reconocimiento por parte de los seguidores rojiblancos, que quisieron premiar el trabajo realizado por el canterano colchonero.
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