El historiador Lorenzo Meyer considera conveniente analizar modelos que se han aplicado en países como Francia, España, Portugal, Italia y Chile.
A raíz de las mesas de consulta sobre la Guardia Nacional que organizó la Cámara de Diputados la semana pasada, “el gobierno busca atacar las críticas con un modelo híbrido, de cabeza civil pero cuerpo militar“, afirmó la politóloga Denise Dresser.
En #MesaPolítica para #AristeguiEnvivo, observó que la lectura de las organizaciones civiles es que “están ganando los impulsos” a corto plazo y no se están midiendo las consecuencias de largo aliento.
“Se está imponiendo la ansiedad creada por este contexto de emergencia y de violencia por encima de la viabilidad y de los efectos contraproducentes de largo plazo. La prisa de Andrés Manuel López Obrador y de Morena por mostrar que enfrentan los problemas están produciendo como lo vimos en los foros, a legisladores que rechazan la evidencia de los expertos, cierran los ojos”, dijo.
La politóloga observó que los expertos ‘tundieron’ a la Guardia Nacional, al decir que los militares matan, torturan y violan derechos humanos con mayor frecuencia.
Comentó que si bien el gobierno asegura que ha modificado el dictamen, “no está claro cómo lo hicieron y hay expresiones confusas”.
Por su parte, el historiador Lorenzo Meyer destacó la importancia de ahondar en lo que ha ocurrido en países como Francia, España, Portugal, Italia, e incluso, Chile, en donde hay el equivalente a la Guardia Nacional.
“Veo que en todos ellos nació en respuesta a una crisis que se dio en las zonas rurales, tanto en Francia, España, Portugal e Italia. Encuentro que ahí las guardias, lo que equivale a la Guardia Nacional aquí en México, responden oficialmente y administrativamente a dos mandos“, abundó.
El historiador comentó que en esta discusión se ha usado mucho el término “militarización”, pero no se ha definido qué es.
“La militarización es meter el espíritu y las formas militares en toda la estructura política. (Victoriano) Huerta militarizó los ferrocarriles, las instituciones de educación superior, los telégrafos, la gubernatura de los estados, al gabinete, los hizo a todos generales, y estaban obligados a una obediencia militar”, expuso.
Dresser replicó que la Guardia Nacional no es equivalente a la de Francia o España porque en esos casos se sigue contando con una policía nacional de corte civil, mientras que en México se busca incorporar a la Policía Federal.
“Tampoco es comparable con los modelos de Italia o Chile, porque a pesar del papel central de los carabineros, en esos países también se actúa de manera concurrente con la sociedad civil”, aclaró.
Explicó que la seguridad en México se está militarizando “porque se le está dando al Ejército algo que nunca se le había dado: poder, autonomía, presupuesto, control territorial, auto regulación, negocios y permanencia”.
A continuación la #MesaPolítica sobre la Guardia Nacional: