El PSOE ofrecerá una imagen de concordia inédita en prácticamente una década en el 40º Congreso Federal que celebrarán del 15 al 17 de octubre en Valencia. Los expresidentes del Gobierno Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero y el exvicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia asistirán a la cita en la que Pedro Sánchez revalidará su liderazgo y el PSOE fijará sus líneas maestras para el ciclo electoral de 2023, con autonómicas, municipales y generales, avanzan fuentes socialistas a EL PAÍS.
Para encontrar un precedente de unidad similar en el PSOE hay que remontarse al Congreso Extraordinario de 2014, después de que Sánchez fuese el primer secretario general elegido por la militancia en un proceso de primarias. El cierre de filas con el presidente del Gobierno por parte de los demás secretarios generales del partido desde la restauración de la democracia busca transmitir, según fuentes del partido, un mensaje de proyecto común y colectivo en el que se resaltarán los avances sociales, reformas y otros logros de los gobiernos socialistas. El gran ausente será Alfredo Pérez Rubalcaba, que falleció en mayo de 2019, cuyo homenaje en el Congreso les reunió a todos.
En cambio, los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Mariano Rajoy no estarán presentes el próximo fin de semana en la clausura de la convención nacional del PP, también en Valencia. Rajoy participará este lunes en una ponencia del partido en Santiago de Compostela sobre libre mercado y propiedad privada. Aznar tomará parte el jueves en Sevilla en una mesa sobre Estado de derecho y seguridad.
La presencia activa de los principales referentes del socialismo en el 40º Congreso Federal será, según interpretan en Ferraz y La Moncloa, el colofón a las decisiones que han contribuido en los últimos meses a la reconciliación del partido. La remodelación del Gobierno que Sánchez ejecutó el pasado julio sanó las heridas que todavía permanecían abiertas en el PSOE después de la crisis interna que entre 2016 y 2017 llevó a la formación al borde del precipicio.
La prueba patente de la pacificación del partido, después de la fractura que dejó el comité federal del 1 de octubre de 2016 —Sánchez dimitió como secretario general tras su rechazo a permitir la investidura de Rajoy— y las primarias en que fue reelegido en mayo de 2017, fue la incorporación de dos exsusanistas, Isabel Rodríguez y Pilar Alegría, al Consejo de Ministros. Además, todas las federaciones del PSOE recibieron con satisfacción la incorporación de Óscar López como jefe de gabinete del presidente en lugar de Iván Redondo. Pero aún faltaba reconducir la relación con alguno de los referentes del PSOE, en especial con Felipe González, tras la inquietud que recorrió al PSOE las semanas previas a la concesión de los indultos a los líderes del procés condenados a prisión.
Por su parte, Zapatero defenderá la abolición de la prostitución en el Congreso Federal, en el que el PSOE se definirá formalmente como un partido feminista y ecologista tras 142 años de historia.
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