Gonzalo Caballero: “Feijóo es el PP que devora lo público con piel de cordero”



El candidato del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, durante un acto del partido. En vídeo, Feijóo se reivindica independiente. ÓSCAR CORRAL | ATLAS
El PP más robusto de España se le abrió la pasada primavera una brecha muy dolorosa. Vilalba (Lugo), la cuna de Manuel Fraga donde la derecha llegó a rebasar el 80% de los votos en los ochenta, eligió por primera vez en su historia a una alcaldesa, la socialista Elba Veleiro, ajena al partido fundado por su insigne vecino. Lo nunca visto. “Ya me gustaría tener la seguridad de gobernar en todos los Ayuntamientos de Galicia de la misma forma que tengo la seguridad de que vamos a gobernar Vilalba con mayoría absoluta”, había vaticinado el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, unos días antes.
El impensable pinchazo de los populares de Feijóo en Vilalba es el indicio con mayor carga simbólica que ha disparado las expectativas de la izquierda en Galicia ante las autonómicas del 5 de abril. Pero no es el único. Los resultados de las continuas citas electorales del último año revelan un desgaste en el PP gallego que no se había registrado ni en los coletazos finales del fraguismo. El PSdeG-PSOE fue en las generales de abril de 2019 la fuerza más votada en Galicia por primera vez en la historia, y también quedó en cabeza en las europeas. En las municipales, el PP recuperó el primer puesto con los socialistas pisándole los talones, una victoria que repitió en las generales de otoño. En todas estas citas las fuerzas de izquierda sumaron más del 50% de los apoyos.

En el PP, sin embargo, aseguran que arrancan la carrera electoral con optimismo porque han superado escenarios peores. En 2009, cuando Feijóo recuperó la Xunta tras el bipartito de PSOE y BNG, las encuestas internas no le dieron la mayoría absoluta a los populares hasta el último día. Ninguno de los sondeos que maneja ahora el partido pronostica que vaya a perder el Gobierno, pero la formación admite que la victoria no está encarrilada teniendo en cuenta la actual volatilidad de los estudios demoscópicos y el hecho de que no se conocen todos los candidatos. Sigue en el aire quién encabezará la candidatura que negocian Podemos, Esquerda Unida (EU) y Anova, el partido nacionalista fundado por Xosé Manuel Beiras; un dato fundamental, creen los populares, para pronosticar un reparto de escaños en función de si su perfil más o menos soberanista araña mayor cantidad de votos al BNG o al PSOE.
En un momento complicado para el PP en España, los de Feijóo fiarán una vez más la lucha por una cuarta mayoría absoluta al testado tirón de su candidato, que logró preservar su imbatibilidad en 2012, en plena crisis económica, y en 2016, con las mareas en auge. Los populares aseguran que sus sondeos no detectan “apenas desgaste” de su figura tras 11 años de Gobierno, y se muestran convencidos de que captará votos entre quienes en las municipales apoyaron a alcaldes de izquierda como Abel Caballero (PSOE) en Vigo o Miguel Anxo Fernández Lores (BNG) en Pontevedra.
El PSdeG de Gonzalo Caballero esgrime una encuesta interna que desmonta el “mito” del invencible Feijóo. Según ese sondeo, un 60% de los gallegos quiere un relevo en la Xunta, una postura que supera el 70% entre los jóvenes y que es especialmente mayoritaria en las siete ciudades y su entorno. Los socialistas gallegos afrontan el 5-A con más tranquilidad interna que nunca y reforzados por la “balsa de aceite” en la que se ha convertido la coalición con Unidas Podemos en el Gobierno central. Pedro Sánchez se volcará en la batalla, apuntan fuentes del PSdeG, consciente de que será su primera “reválida”.

* Los resultados hasta 2012
son los de Esquerda Unida.

* Los resultados hasta 2012 son los de Esquerda Unida.

Evolución de las elecciones autonómicas en Galicia

* Los resultados hasta 2012 son los de Esquerda Unida.

A los socialistas gallegos sí les preocupa la situación de la confluencia de la izquierda rupturista, una de las tres patas, junto a PSOE y BNG, en las que se podría sustentar un Gobierno alternativo al del PP. En Marea, el partido promovido por Podemos, EU y Anova para las autonómicas de 2016, se ha roto. Podemos y EU negocian contra el reloj con Anova para rehacer la confluencia después de presentarse por separado en las últimas generales. Tienen hasta el 21 de febrero para presentar una coalición, pero no está claro que se logre. Antón Gómez-Reino, uno de los diputados más cercanos a Pablo Iglesias, ha dado ya un paso adelante para presentarse a las primarias de Podemos e intentar liderar la candidatura de la confluencia.
El BNG afronta el 5-A espoleado por su regreso al Congreso de los Diputados en las últimas generales. Los nacionalistas, liderados por Ana Pontón, que ha interrumpido su baja maternal por el adelanto electoral, confían en que su acuerdo de investidura con Sánchez, que arrancó un buen número de compromisos para Galicia, les ayude a recuperar terreno electoral. “Ese acuerdo desnudó una década de inacción o incompetencia de Feijóo y puede contribuir decisivamente a su derrota”, sostienen en la dirección del partido.

El obstáculo de la derecha fragmentada

S. V.

El 5-A pondrá a prueba la capacidad de Feijóo para vencer a la fragmentación del voto de la derecha. Hasta ahora el líder del PP gallego ha logrado frenar la entrada de Ciudadanos en el Parlamento autonómico y Galicia es de los pocos territorios en los que Vox no sacó ni un solo diputado al Congreso. Tras la negativa de Feijóo a concurrir con Cs en coalición, desde el partido naranja admiten que encaran la cita en horas bajas a nivel estatal, pero, todavía pendientes de elegir cabeza de cartel por primarias, advierten que en la comunidad gallega tienen más agrupaciones que en 2016 y una “afiliación asentada”: “No vamos a sacar peor resultado que los 48.000 votos de hace cuatro años. El PP nos está despreciando y puede meter la pata”.
Vox obtuvo más de un 7% de los votos en las últimas generales, un porcentaje que si se extrapolara a las autonómicas le daría representación en la Cámara de O Horreo. La ultraderecha ya ha anunciado que si está en su mano apuntalará a Feijóo en la Xunta.


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