Google por todas partes: anatomía de un gigante ubicuo


Si antes los monopolios venían en barriles de petróleo y eran forjados en acero, ahora han cambiado de escenario y de productos. Del líquido negro han pasado a los datos personales en la web, y del ferrocarril a los aparatos inteligentes. Las nuevas prácticas monopolísticas del siglo XXI en América se deletrean así: GAFA. A esa conclusión ha llegado una comisión del Congreso de Estados Unidos tras un año de investigación, 1,3 millones de documentos y más de 300 entrevistas. El organismo señala que Google, Apple, Facebook y Amazon han incurrido en “prácticas monopolísticas” para dominar el mercado tecnológico en occidente. En su reporte —conocido como House Antitrust Report— el panel expone sus sugerencias a los congresistas. Aquí, un grupo de economistas y expertos analiza las propuestas y las conclusiones del caso.

¿Monopolios o prácticas monopolistas?

¿Son las políticas de competencia existentes y las leyes antimonopolio centenarias adecuadas para supervisar a los gigantes tecnológicos? El panel concluyó que no, y que Estados Unidos necesita nuevas leyes y poderes de aplicación para los reguladores.

Álvaro Lodares, economista y autor del libro ¿El final de la crisis?, comparte estas conclusiones y señala que estas compañías “aprovechan que el sistema está lleno de agujeros”. Sin embargo, el economista y profesor de la Deusto Business School, Mario Cantalapiedra, no lo ve tan claro. “Tanto Google como Facebook, ejercen esas prácticas monopolísticas en el ámbito de las búsquedas en internet y de las redes sociales, respectivamente. No obstante, Amazon y Apple, tienen un poder significativo y duradero en el mercado, pero que no puede catalogarse de monopolístico”, sugiere. De hecho, el informe es protagonizado por Google y Facebook, mientras que Apple y Amazon quedan relegadas a un segundo plano.

El profesor de Innovación de la IE Business School, Enrique Dans, prefiere, en la misma línea que Cantalapiedra, indagar en los matices y considera que si bien las compañías han incurrido en prácticas monopolísticas, tampoco hay que “demonizarlas”. “Tratar de ejercer un cierto control sobre estos casos aislados tiene mucho sentido, como la adquisición de DoubleClick en 2007 por parte de Google o la adquisición de Instagram por parte de Facebook. Pero pasar de eso a demonizar a unas compañías que deben su éxito fundamentalmente a haber investigado más que otros y, sobre todo, que han generado una gran cantidad de valor muy apreciado por todos los ciudadanos, es algo que no tiene demasiado sentido”, explica Dans.

Las —no tan claras— medidas a tomar

El panel, integrado por republicanos y demócratas, ha propuesto varias medidas para controlar a las GAFA. Las más drásticas provienen del sector demócrata y sugieren limitar las futuras fusiones entre mega empresas y bloquear las negociaciones por cuenta propia que podrían dañar a los competidores. Además, proponen imponer restricciones e incluso prohibiciones a futuras adquisiciones de las empresas. El sector republicano no ha sido tan drástico. Se inclina más por el aumento de los presupuestos de los organismos que aplican la ley antimonopolio, entre ellos la División Antimonopolio del Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio, para ampliar así su capacidad de gestión, estudio y acción.

En este caso, Dans apoya más por las iniciativas republicanas. “Las propuestas del informe, referentes al refuerzo de los presupuestos y las funciones de la Federal Trade Commission y de la división antimonopolio del Departamento de Justicia tienen mucho sentido. Pero las apreciaciones con respecto a posibles medidas para regular las big tech no tienen tanto, y podrían provocar verdaderos problemas de viabilidad y de lógica empresarial en compañías que han generado un gran nivel de bienestar y que, en muchos casos, son muy apreciadas por los usuarios”, señala.

Lodares se centra en la medida demócrata sobre prohibir y regular las adquisiciones nuevas que pueda hacer cualquier miembro de GAFA. “Siempre que sean conformes a la ley, prohibir eso sería ir contra la libertad de mercado”, expresa. El economista se inclina más en otro tipo de restricciones, como obligar a que los grandes compartan su información con empresas pequeñas y evitar que este tipo de empresas encierren a los usuarios en sus plataformas por el efecto red, como en el caso de Facebook que también es dueña de Instagram, WhatsApp y Facebook Messenger.

Cantalapiedra también se muestra escéptico con las medidas que propone el sector demócrata, sobre todo con las que sugieren dividir o partir las compañías y que sean regulados como las compañías que suministran el agua o la electricidad. Esta fue una medida que la senadora demócrata Elizabeth Warren impulsó durante su campaña para las primarias demócratas. “Dividir a las GAFA puede suponer romper el ecosistema en el que han basado su éxito, su innovación y su orientación al cliente. No olvidemos que a los consumidores, sobre todo a las generaciones más jóvenes, estas empresas les encantan y se sienten muy identificados con ellas”, recuerda el economista.

Con Biden sí, con Trump no

Pero hoy por hoy, es poco probable que las recomendaciones del House Antitrust Report se hagan efectivas de inmediato, porque toda la atención está fijada en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Sin embargo, que gane Donald Trump o Joe Biden sí que definirá las acciones que se podrán tomar. Y para Lodares, Cantalapiedra y Dans, esta vez la respuesta es una: con Trump no; con Biden, sí. “Las medidas propuestas por este informe tendrían más posibilidades de implementarse en el caso de que Biden ganara las elecciones y los demócratas tuvieran el control de la Cámara de representantes y del Senado”, asegura Cantalapiedra. Por su parte, Lodares afirma que aunque no ha visto “una posición del todo rotunda en este tema por parte de Biden” durante la campaña electoral, “el apego de Trump hacia que se cumplan las normas y la seguridad jurídica es absolutamente nulo”.

Dans ofrece un poco de contexto. “Los mercados necesitan ser protegidos de sí mismos”, y señala que el capitalismo neoliberal y la escuela de Chicago ya han sido “rechazados” hasta por los lobbies empresariales como la Business Roundtable, que agrupa a los líderes de las compañías norteamericanas más grandes y poderosas. “En esta línea, el efecto Trump sería negativo, más abusos y más descontrol; y el de Biden, positivo: más intentos de poner sentido en una regulación muy necesaria para evitar la desprotección del ecosistema de empresas incipientes y de los consumidores”, recalca.

Lo que ni para el panel ni los economistas y expertos está en discusión es que tanto Google, Apple, Amazon y Facebook “abusaron de su poder, revelando culturas corporativas aparentemente empeñadas” en hacer lo que fuera para mantener su dominio sobre grandes áreas de Internet.

Puedes seguir a EL PAÍS TECNOLOGÍA RETINA en Facebook, Twitter, Instagram o suscribirte aquí a nuestra Newsletter.




Source link