Hacia un lugar en el paraíso


La sobresaliente victoria de la Real al Betis no sólo disipó los deslices de las dos jornadas anteriores. También relanzó las expectativas que está generando la tropa de Imanol y adornó de nuevo las estadísticas, que se vuelven a codear con las más espléndidas desde la fundación del club. Ganar el domingo al Celta permitirá sumar el sexto triunfo en 10 jornadas, marca registrada sólo en seis ocasiones durante la historia.



El ciclo vital es eterno en el fútbol y las comparaciones, odiosas. Tal vez imprudentes en algunos casos, pero con los datos en la mano, la Real emularía los números de sus épocas más doradas en caso de batir al Celta en Balaídos. Al margen de que existen pocos precedentes de media docena de triunfos en los 10 primeros partidos, la cifra ha solido ser siempre como una antesala de la gloria.

El tiempo dará o quitará razones, pero dos meses después de que el campeonato arrancara, la Real parece estar escalando hacia un lugar en el paraíso. Al discreto ritmo, sin hacer ruido, de cuando terminó causando sensación y haciendo historia. No en vano, siempre que alcanzó su sexta victoria en la décima jornada, al final de la Liga logró ser como mínimo quinta. Cota que hoy en día significa clasificarse para Europa evitando, además, series preliminares.

Los héroes de las Ligas de los 80 lo consiguieron en la gestación de su segundo título (1981/1982). Los subcampeones de 2003 les imitaron y además igualaron el resultado récord a estas alturas de temporada, adonde llegaron invictos, como los sempiternos dueños de la imbatibilidad (1979/1980). La Real de Bernd
Krauss que fue tercera en 1998 también ganó seis veces en los primeros 10 encuentros. Los otros dos antecedentes preservan su lugar en los documentos desde los tiempos más remotos (1930/1931 y 1950/1951).

Un salto al segundo puesto

El cuaderno de los números pasados no servirá demasiado en el fragor de la batalla de Balaídos, pero pone de manifiesto que la Real no se ha visto en una de estas muchas veces. Por si fuera poco, se presenta una ocasión de oro para impulsarse en la clasificación.

La cosecha de los tres puntos seguiría sembrando la felicidad de la gente y podría propulsar a la Real hasta el segundo puesto. Para ello, además de ganar al Celta, habría que mejorar el resultado del Granada, que recibe al Betis nada más terminar el Celta-Real.

El salto txuri urdin es más susceptible de producirse porque Barcelona y Real Madrid, primero y segundo, descansan esta próxima jornada, al haber sido aplazado el partido que les enfrenta. Hay una insignificante probabilidad de que la Real sea líder a la conclusión de la jornada: ganar al Celta por una diferencia de siete goles. Empresa compleja. Mejor centrarse en ganar y nada más.


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