Hacienda araña más de 600 millones a los grandes patrimonios en el marco de la lucha contra el fraude



Una oficina de la Agencia Tributaria. Manuel CasamayónLa Agencia Tributaria (AEAT) arañó 607 millones a los grandes patrimonios en 2019, un 75% más que el año anterior, según refleja el balance anual de resultados de control tributario publicado este jueves por el organismo. El resultado obtenido por la AEAT, que el año pasado logró un récord histórico de ingresos en el marco de la lucha contra el fraude (15.715 millones, un 4% más que en 2018), fue impulsado por un aumento en el número de actuaciones sobre estos contribuyentes: el año pasado se finalizaron 880 expedientes, lo que supone un aumento del 156% en dos años.Una de las principales novedades en este ámbito es la creación de un catálogo de más de 570 proveedores de servicios y bienes de lujo (de gestores de inversión de grandes patrimonios a galerías de arte). Con los datos que se disponen sobre ellos, la agencia recoge información ―que se suma a la procedente de aseguradoras de objetos valiosos, tarjetas prepago, viviendas de valor elevado, vehículos exclusivos o empresas de seguridad― sobre los contribuyentes con elevado poder económico con el objetivo de destapar irregularidades o patrimonios ocultos a través de sociedades pantalla.Las actuaciones llevadas a cabo en 2019 sobre los grandes patrimonios tuvieron como efecto un aumento de las bases imponibles y cuotas declaradas en el IRPF, no solo como efecto de las inspecciones sino como consecuencia de ellas: varios contribuyentes decidieron regularizar su situación antes de que fueran objeto de inspección. El balance publicado este jueves revela que en el IRPF de 2018 presentadas hasta finales de 2019 declararon “una base imponible total superior a la del ejercicio anterior en un 16%, incrementando igualmente el importe de sus cuotas líquidas en un 13%”. Fuentes de la Agencia Tributaria añaden que estos incrementos son aún mayores en la parte más alta del colectivo.La vigilancia de las grandes fortunas es uno de los ámbitos en los que la AEAT ha decidido centrarse. El plan de control tributario de 2020 publicado en enero en el Boletín Oficial del Estado (BOE) lo incluye en sus principales directrices ―además de poner especial atención a los nuevos negocios digitales, la comprobación de bases imponibles negativas y el fraude en el IVA, entre otros―. Esta estrategia, diseñada para estrechar el cerco en torno al fraude y la elusión fiscal, prevé una ulterior ampliación del número de contribuyentes propuestos para inspección, seleccionados en función de que existan indicios importantes de opacidad o deslocalización.En total, la AEAT llevó a cabo más de 1,6 millones de actuaciones de comprobación en 2019, un 5,3% más que el año anterior. Las que más crecieron, y también las más voluminosas en términos absolutos, fueron las dirigidas a grandes empresas, multinacionales y grupos fiscales.Cuentas en el extranjeroLa AEAT también ha proporcionado los datos de los controles de cuentas financieras en el extranjero, que obtiene desde 2017 en virtud de los mecanismos del Common Reporting Standard (CRS) de la OCDE, la directiva comunitaria DAC2 y el acuerdo FATCA con EE UU. Entre 2017 y 2019, el organismo ha logrado ingresar más de 435 millones de euros de 1.200 contribuyentes a través de esos protocolos de colaboración. El grueso de este importe se ha liquidado durante el año pasado (293 millones de euros de 669 contribuyentes). A esta cifra hay que sumar otros 58 millones que la agencia ha conseguido arañar gracias a la información sobre tarjetas emitidas en el extranjero.Por otra parte, la agencia ha seguido avanzando en el afloramiento de la economía sumergida. Los avisos de datos fiscales sobre alquileres en las campañas de la renta, asegura, han permitido aumentar el número de declarantes y ampliar las bases imponibles en 2.600 millones en cuatro años, mientras que las macrooperaciones para destapar fraudes permitieron liquidar en 2019 hasta 76 millones de euros.


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