Lewis Hamilton y Mercedes están muy tocados. Más que nunca en los últimos años. Eso es lo que dicen las sensaciones que dejaron los últimos Grandes Premios, con la mejora de Red Bull en velocidad punta desde hace tres carreras, en Paul Ricard. Parecía que lo ocurrido en Mónaco y Bakú, donde los de Milton Keynes fueron muy superiores, podía tratarse solo de algo normal por las peores prestaciones del coche de la estrella en circuitos urbanos. Todo indicaba que, como se había visto al inicio de temporada, Mercedes y Hamilton alternarían su superioridad con Red Bull en muchas carreras en trazados más clásicos, pero nadie contaba con el enorme paso adelante de los de las bebidas energéticas. Hamilton y su jefe, Toto Wolff, sospecharon de forma clara y reiterada que Red Bull había mejorado el motor, dejando entrever una posible ‘trampa’ ante el actual reglamento. Pero Red Bull dijo que solo habían mejorado la fiabilidad de su motor, algo que le permitiría exprimir más sus caballos, también gracias a su nuevo combustible. Y además, ante las insinuaciones, señalaba con el dedo a su ala trasera, más pequeña y minimalista, como la gran ‘culpable’ de su mayor velocidad. Hamilton pedía entonces insistentemente mejoras, y aunque en un principio Toto Wolff negaba que estuviera planeado seguir introduciendo actualizaciones, James Allison dijo que para las próximas carreras llegarían mejoras en su Unidad de Potencia y en la aerodinámica del coche. Mercedes, pese a estar, como todos los equipos, centrado en la creación del coche de 2022 por la entrada de la nueva normativa, deberá presentar pues unas actualizaciones que puedan permitir a Hamilton pelear con el Red Bull de Verstappen.
¿Logrará Hamilton una remontada ante Verstappen en el Mundial?
Está por ver cuándo llegan estas actualizaciones. La próxima carrera, la de Silverstone, a pocos kilómetros de la fábrica de Mercedes en Brackley, será clave. No sería de extrañar que los de la firma alemana quisieran llevar sus nuevas piezas a la cita de casa para responder al acoso de sus rivales. Pero sea como fuere, en territorio Mercedes, donde Mercedes ha ganado de forma ininterrumpida desde 2013, con 9 victorias consecutivas, 6 de ellas de Hamilton, con un dominio aplastante en la era híbrida, otro batacazo de los de la estrella sería enorme para la moral del conjunto campeón.
Por ahora, Hamilton mantiene el perfil bajo, consciente de que “no hay nada que pudiera hacer” en las últimas carreras ante la enorme velocidad de Red Bull en todos los aspectos. La sensación pues, es muy mala para el equipo y piloto rey, pero sobre todo, también lo son los números. Y es que estos nos muestran que este escenario es atípico para el conjunto y para Lewis.
El inglés acumula 5 carreras seguidas sin ganar, algo que no sucedía desde 2016, cuando encadenó 5 citas sin victoria en la segunda parte del curso. Pero la diferencia con aquel año es contundente: en 2016 pilotaba el mismo coche que su compañero y rival por el título, Nico
Rosberg, quien finalmente le arrebató ese cetro. Este año, el escenario es mucho peor para Hamilton, ya que pilota un coche diferente al de Verstappen, y ahí sí que el rendimiento de la máquina puede marcar mayores diferencias que las manos del piloto.
Las aspiraciones de Mercedes pasan ahora por la llegada de sus evoluciones, sin que ellas mermen su trabajo en el proyecto de 2022. Es una situación crítica en la que el conjunto ganador desde 2014 debe mostrar la capacidad de reacción que siempre ha exhibido. Esta vez, Mercedes está ante su mayor reto, con Hamilton a 32 puntos de Verstappen en el Mundial y el conjunto a 44 puntos de Red Bull en Constructores.
Habrá que ver si las mejoras que presenten en sus coches (cuando lleguen) son suficientes para pelear con Verstappen. Y no solo eso, ahora las flechas de plata no pueden permitirse errores en estrategias, clasificaciones, ni perder ni una sola milésima en las paradas a boxes. Los detalles cuentan y mucho, y ante tal presión, el cuadro que jamás fallaba, este curso ha cometido ya varios errores. No pueden permitirse muchos más, sobre todo, en sus nuevas piezas. Deben funcionar de inicio, desde el minuto 0. Si no, la cosa pintará aún peor para ellos.
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