Hamilton se beneficia del desastre de Ferrari; Sainz, excelente

“Habrá días mejores”, decía Hamilton hace tan solo una semana, hundido por su mala carrera en Singapur. Y no andaba equivocado. Si todo hubiera sucedido según lo esperado, el inglés jamás hubiera ganado la carrera de este domingo en el GP de Rusia de F1. Pero Vettel se encargó él solito de destrozar lo que podía haber sido el cuarto triunfo consecutivo de su equipo. Y es que todas sus decisiones, y su mala suerte final al tener que abandonar por un problema en el MGU-K, fueron claves para que Lewis conquistara un triunfo que no esperaba para nada, el número 82 para él en su carrera en la F1, a solo 9 del récord de 91 de Michael Schumacher, y cada vez más cerca de su sexto título tras ganar su novena cita del año.



Clasificación del Mundial de F1 (+)

Vettel incumple el pacto con Leclerc

Todo empezó con una desobediencia de Sebatian que empezó a dilapidar las opciones de Charles, saltándose a la torera un pacto de equipo, un pacto de compañeros, algo que a la postre fue decisivo.

El tetracampeón del mundo adelantó en la salida a Hamilton aprovechando el rebufo de Leclerc en los primeros metros y posteriormente, pasó a Charles al posicionarse muy cerca de su compañero monegasco. Un movimiento que posteriormente se conoció por las radios de los dos protagonistas que se trataba de una estrategia pactada antes de la carrera para que el alemán saliera beneficiado ante Hamilton. Pero en dicho trato, también estaba estipulado que Vettel le devolvería la posición a Leclerc, algo que no se produjo.

Charles reclamaba su posición de forma educada. Ferrari le decía a Vettel que dejara pasar al piloto de 21 años porque en teoría, por lo exhibido en entrenamientos, tenía más ritmo que él. Ferrari sabía que tenía que aprovechar el rendimiento de los neumáticos blandos de inicio para escaparse de los Mercedes, que montaban compuesto medio. No hacerlo podía significar perder la carrera ante los de la estrella por las diferencias de estrategia. Pero Vettel pidió una prórroga: “Dádme dos vueltas más”, demandaba. Quería demostrar que podía ser el más rápido en pista. Pasaron tres giros, y las posiciones se mantenían. Vettel decía que Charles se acercara más porque no quería perder tiempo dejando pasar a Leclerc. Y Leclerc no quería acercarse para no degradar los neumáticos. Estaban jugando al ‘gato y el ratón’, y finalmente, Ferrari decidía cambiar de estrategia, forzado por la situación.

“Realizaremos el cambio de posición más adelante”, le decían a un Leclerc que no entendía nada. “He hecho lo que me habéis pedido. Yo he dado el rebufo como habíamos pactado. He tirado las primeras vueltas. Entiendo la decisión, la respeto, pero bueno…”, decía Leclerc, que solo 7 días después del lío vivido en Singapur, volvía a sufrir una pesadilla parecida y esta vez mucho más injusta.

El ritmo del alemán era bueno, mejor que el de Leclerc puesto que el germano rodaba con aire limpio. Ferrari estaba indeciso. Pero conscientes de que todo partió con una desobediencia, decidieron poner fin a dicho juego en beneficiando a Leclerc en las paradas. Charles entró antes a boxes y cuando Vettel lo hizo 5 giros más tarde, el monegasco volvía a ser líder, aunque habiendo perdido segundos valiosos rodando tras su compañero. Y esos segundos fueron los que acabaron con su sueño cuando sucedió el gran golpe de teatro.

La suerte del campeón

Seb’, tras parar a boxes, recibió un castigo divino por su desobediencia inicial y tuvo que abandonar por un fallo en el MGU-K de su motor. No podía llegar a boxes y tenía que dejar su coche aparcado en una zona que obligó a que entrara el coche de seguridad. Y eso mató definitivamente cualquier opción de
Charles. Hamilton, que no había parado, podía hacerlo sin perder tanto tiempo con el coche de seguridad en pista, y eso le entregó el liderato ante Leclerc, encima montando un neumático más blando que era más veloz.

Ferrari, a la desesperada

De perdidos al río, a Ferrari no le valía la segunda plaza y se la jugó. El mal ya estaba hecho y ahora a Leclerc le tocaba remontar. Por ello, todavía con el ‘Safety’ en el asfalto, decidía volver a boxes para montar goma blanda. Perdía así la segunda plaza. Era tercero tras Valtteri Bottas. Sus ansias de triunfo pasaban por adelantar rápidamente al finlandés, pero el nórdico cumplió a la perfección sus funciones de escudero haciendo un enorme tapón a Charles. Lo intentó tres veces el monegasco en la curva 1, pero el de Nastola se hizo ancho en el trazado de Sochi para defender la victoria de un Hamilton que ya estaba en ‘Hammer Time’, vuelta rápida tras vuelta rápida, dirigiéndose hacia un triunfo sorprendente.

Sainz, el mejor del resto

Por fin, carrera limpia para Carlos Sainz, sin que la suerte le golpeara tras tres abandonos consecutivos en los que el español no tuvo la culpa. En todos ellos, hubiera puntuado y bien, y es que si no pasa nada raro, el español siempre cumple. Y esta vez lo volvió a hacer a la perfección. Tras el vueltón mágico que se sacó en clasificación el sábado, puso la guinda a un fin de semana complicado con una enorme sexta posición. Era el máximo a lo que aspiraba saliendo quinto, consciente de que los Red Bull serían muy difíciles de mantener detrás en las rectas de Sochi.

Carlos incluso llegó a batallar con los Mercedes al inicio en otra salida brillante. Pasó a Bottas en la cuarta plaza y se emparejó en la tercera con Hamilton, pero el británico defendió su posición en la primera curva. A partir de ahí, el finlandés no le tardó en pasar. Sabía que su lucha no era esa y se concentró en su ritmo. El Safety Car provocado por el abandono de Vettel podía perjudicarle al haber entrado antes a boxes, mientras sus rivales lo aprovechaban para realizar una parada gratis. Pero con un buen ritmo, pudo mantener su quinta plaza hasta que Albon llegó a su estela. Ahí, no pudo hacer nada para contener al Red Bull del tailandés y finalizar sexto, otra vez, tras protagonizar otro carrerón.

Clasificación final del Gp de Rusia de F1 2019
Clasificación final del Gp de Rusia de F1 2019

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