Hay días en los que sería mejor no levantarse de la cama. Dormir y esperar a que la noche volviera a caer. Este domingo era una de esas jornadas para Hamilton, al que generalmente suele acompañarle la suerte del campeón. Hoy tenía entre ceja y ceja el seguir agrandando su leyenda: podía igualar el récord histórico de Michael Schumacher de 91 victorias en la Fórmula 1. Pero lejos de ser un día memorable, acabó siendo una jornada para olvidar para Lewis. Y lo peor de todo es que su tristeza final se debió a un doble error de procedimientos que el británico podía haber evitado. Hamilton se hizo el harakiri antes de una carrera que podía haber dominado a placer tras una gran salida. Finalmente salvó los muebles siendo tercero pese a tener que cumplir una sanción de 10 segundos, pero con ella entregó el triunfo a Valtteri Bottas y la segunda plaza a Max Verstappen en Sochi. El récord de Schumacher tendrá que esperar.
El inglés realizó dos prácticas de salida de camino a la parrilla en zonas no permitidas antes de la carrera. Ello le impidió levantar el trofeo que tanto le esperaba en el podio. Como si un equipo de fútbol perdiera un partido por una mala práctica mientras se dirige hacia el verde. O como cuando Djokovic se quedó fuera del US Open por un pelotazo a una recogepelotas. Puede discutirse si las sanciones son demasiado duras o ejemplares. Pero de lo que no hay duda es que Hamilton estaba avisado, igual que el resto de pilotos. De hecho, el Director de Carrera, Michael Masi, puso especial énfasis en este punto en sus notas de la reunión de pilotos del jueves. Ahí, el juez de la F1 fue claro de dónde se podían realizar prácticas de salida para no poner en riesgo al resto de pilotos. Lewis incumplió las advertencias de Masi en dos ocasiones, y así acumulo una doble penalización de 5 segundos que le dejó sin su ansiada victoria. ¡Qué manera de complicarse la vida! Más grave todavía al salir desde la pole y con el mejor volante de la parrilla.
“¿Qué pasó? Eso es una gilipollez. ¿Dónde está eso en el reglamento? Hacen cualquier cosa para frenarme, pero OK”, comentó Lewis antes de que se confirmara su penalización, dando a entender que la sanción era algo personal de la FIA contra el británico. El de Stevenage lo había hecho todo bien para merecerse el triunfo. Había defendido su posición de forma extraordinaria en la curva 3 ante un Bottas que había salido como los ángeles, adelantando a un Verstappen del que se esperaba mucho más en los primeros metros. De hecho, el finlandés había superado en el arranque a su líder, pero Lewis se colocó bien para traccionar mejor en la curva 3 y recuperar la primera posición. Pero ese esfuerzo no le sirvió de nada. El principal error ya lo había cometido por partida doble antes del inicio.
Hamilton, furioso y con todo en contra
Desde el liderato, consciente de que lo tenía muy crudo para salvar la carrera al tener que cumplir con la sanción y contar además con peor estrategia que Bottas y Verstappen por montar la goma blanda de salida, el británico sacó su martillo a pasear para imponer un gran ritmo. “No me paréis pronto”, le pedía a su equipo. Sus neumáticos estaban llegando al final pero el británico respondía con vueltas rápidas. Pese a ello, le pidieron que entrara a boxes en la vuelta 17, antes de lo que él quería, y salía a pista con la goma dura en la 11ª plaza. “Esto es ridículo”, comentaba Lewis tras cumplir con los 10 segundos de penalización. Salía entonces a pusta consciente de que no podía tirar al máximo puesto que debía gestionar gomas al haber entrado antes de lo que él deseaba. Estaba fuera de sí. En cuatro giros ya era quinto, pero sin nada que hacer para adelantar a un Verstappen que en la vuelta 26 realizaba su parada para defender su segunda posición y salir con gomas más nuevas que Lewis.
“Me habéis parado muy pronto y ahora estoy sufriendo. Voy a sufrir. No quiero más información, Bono (su ingeniero de pista). No va a marcar ninguna diferencia”, sentenciaba Hamilton, enfurecido. Todo había ido en su contra.
Mientras, Valtteri Bottas gestionó a la perfección su ventaja en el liderato ante Verstappen durante toda la carrera. El finlandés se lo ganó con su espectacular arranque y recibió su premio con el fallo previo de Hamilton. Una vez líder, con un coche superior, el nórdico ni se inmutó para terminar ganando a placer. Segundo triunfo de Valtteri, que no ganaba desde el GP inaugural en Austria. Desde entonces, Hamilton le había aplastado, algo que el inglés hubiera repetido este domingo si no se hubiera disparado de forma incomprensible en el pie.
Sainz, error en la primera curva
Carlos Sainz es un piloto muy seguro, fiable y constante. De hecho, es difícil recordar que el español haya cometido algún grave error en la F1 antes de este GP de Rusia de 2020. Sucedió en Sochi, en la primera vuelta. El de McLaren arrancaba desde la sexta posición con opción de luchar por la cuarta plaza si lograba pasar a Pérez y Ricciardo con otro de sus grandes arranques. Pero en esta ocasión, Carlos no pudo realizar una buena salida y se vio en medio del grupo en la primera curva, donde le frenó un Racing Point. El madrileño recuperó alguna posición en la frenada de la curva 2, pero ahí se fue largo y tuvo que cumplir el procedimiento indicado para regresar a pista, entre dos bolardos. Y ahí llegó el fallo. Carlos se pegó demasiado al muro al realizar esta acción y se chocó contra la pared interior, teniendo que abandonar en el primer giro.
Pocos metros después, Stroll se accidentó al tocarse con Leclerc. Este accidente hizo que el ‘Safety Car’ entrara a pista en el primer giro, como había ocurrido en tres de las 6 carreras disputadas aquí anteriormente. Igual que la maldición del ‘poleman’, que solo ha ganado en 2 ocasiones en 7 carreras en Rusia. Hoy le tocó a Hamilton sufrir ese mal, pero no por la carrera en sí: Por un error incomprensible. Se hizo el harakiri. Tuvo un despiste que pasó muy caro. Tras ello, Lewis pospone su meta de igualar a Michael en un lugar más especial: próxima parada, Nürburgring (Alemania), tierra del Kaiser.
CLASIFICACIÓN FINAL DEL GP DE RUSIA DE F1 2020:
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