Harvard se moja y da directrices de cómo comer este alimento que todos tenemos en la despensa

¿Qué sueles desayunar cada mañana? Existe la creencia de que un bol de cereales, un zumo de naranja y un café es un «desayuno equilibrado». Pero, tal y como alerta Monique Tello, instructora clínica en la Facultad de Medicina de Harvard, nada más lejos de la realidad.

Estos alimentos solo aportan una gran cantidad de hidratos procesados que disparan los niveles de azúcar y de insulina en sangre. Lo que ocurre es que la insulina transporta todo el azúcar a la células adiposas, donde se transforma en grasa corporal. Por lo tanto, este tipo de desayuno contribuye al aumento de peso.

El mejor desayuno saludable

La especialista tiene la clave para un desayuno saludable. Se trata de una receta muy sencilla y rápida de preparar: un yogur natural con fruta y frutos secos. Así, el organismo recibe todos los nutrientes que necesita para afrontar el día: fibra en la fruta, grasas saludables en los frutos secos y proteínas y calcio en el yogur.

A quienes quieren adelgazar quizá no les convenza demasiado la idea de comer frutos secos cada mañana, ya que tienen un alto contenido en calorías y grasas. Sin embargo, no hay porqué renunciar a los beneficios que aportan si se sabe cómo comerlos.

La doctora Helen Delichatsios, profesora adjunta de medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, señala que la clave está en consumir frutos secos de tal manera que aporten beneficios a la salud sin aumentar de peso. Es tan sencillo como no pasarse con las raciones.

Los frutos secos son una fuente rica en fibra y grasas, así que generan sensación de saciedad y, por lo tanto, son perfectos para no tener hambre hasta la hora de la comida si se consumen en el desayuno. Basta con echar unos pocos al yogur con fruta.

Para una ingesta saludable de frutos secos que no contribuya al aumento del peso corporal supone no exceder los 30 gramos diarios.

Los mejores frutos secos

Elige frutos secos que no hayan sido tostados ni contengan sal o azúcares. Las almendras aportan mucha vitamina E y fibra, dos nutrientes muy importantes para el correcto funcionamiento del organismo. Fortalecen el sistema inmune y reducen los niveles de colesterol malo.

Las nueces tienen propiedades antioxidantes, así que combaten el daño oxidativo de los radicales libres. Además, son ricas en vitaminas A, B y E, así como en fibra. Cabe señalar que mejoran la memoria y otras facultades mentales.


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