El famoso ‘porpoising‘, el rebote repetido de los nuevos coches de Fórmula 1 que se produce a altas velocidades en los monoplazas de 2022 por la pérdida repentina del efecto suelo y su posterior activación está desquiciando a algunos pilotos y generando un intenso debate. Primero fue Lewis Hamilton, quien en Bakú se quejó en plena carrera del dolor que le estaba causando ese constante sube y baja a más de 300 km/h. “Me está matando la espalda”, decía el británico, quien por ello tuvo problemas para salir de su coche. El jefe de Mercedes dejaba claro que esto no podía seguir así. Pero su caso contrastaba con el de otros coches de la parrilla, que han conseguido solventar ese constante salto. Cuando ese rebote parecía solo cosa de Mercedes y de unos pocos, en Bakú reapareció por las largas rectas y sus baches. El Ferrari de Sainz rebotaba muchísimo y pudieron reducir ese ‘porpoising’ hasta un punto aceptable para el piloto. Y las cámaras de la realización televisiva de la F1 se centraban también en el enorme rebote de Hamilton y en las quejas de Pierre Gasly, saltando literalmente con su Alpha Tauri.
“No he vivido nunca una sensación así”, decía el francés en los entrenamientos de un GP de Bakú en el que terminó quinto, pero muy fastidiado por ese rebote y su efecto sobre su cuerpo, algo por lo que no dudó en solicitar cambios en las reglas técnicas para que impedir que esto siga sucediendo.
“No es saludable, eso está claro. Solo son golpes que recorren tu columna vertebral”
“No es saludable, eso está claro. Tuve una sesión de fisioterapia antes y después de cada sesión porque mis discos (vertebrales) se resienten. Literalmente no tienes suspensión. Solo son golpes que recorren tu columna vertebral”, dijo Gasly. Sus palabras van en la misma línea de Toto Wolff, quien dijo que “esto ya no es algo muscular. Puede llegar a la columna vertebral y tener consecuencias. No creo que sea solo un problema de Lewis. En general también afecta a muchos otros”.
Sin embargo, Horner respondió a las palabras de Hamilton y Wolff y dijo que si su coche rebotara tanto como el Mercedes lo que haría precisamente es pedirle a sus pilotos que se quejaran. Decía que esas lamentaciones formaban simplemente “parte del juego”. Dejaba claro pues que las quejas de Mercedes formaban parte de la presión que quiere ejercer el equipo de la estrella para que la FIA cambie el reglamento técnico ya que no logran acabar del todo con el ‘porpoising’. Horner consideró que sería “injusto” que la FIA cediera.
Pierre Gasly, en Bakú
Piden que la FIA actúe
En ese sentido, tanto Horner como Norris apuntaban que había una manera de reducir ese rebote: levantando la altura del coche, algo que sin embargo le haría perder prestaciones. Pero Gasly, al ser preguntado por ello, fue tajante y dijo que la FIA no puede dejar al piloto y al equipo la decisión de competir con un coche más o menos seguro para ser más o menos rápido.
“Esa es la parte complicada, y claramente no es sostenible. Así que eso es lo que debatimos en la reunión informativa de los pilotos y les alertamos sobre este problema, e intentamos pedirles que encuentren soluciones para evitar que acabemos con un bastón a los 30 años”, expresó Pierre.
“El equipo me pregunta: ‘Vale, ¿podemos comprometer la puesta a punto?’. Y yo comprometo mi salud por el rendimiento. Es algo que siempre haré porque soy piloto y siempre voy a querer el coche más rápido. Pero no creo que la FIA deba ponernos en un aprieto en el que tengas que negociar entre la salud y el rendimiento”, matizó.
Pierre Gasly, con su AlphaTauri
Sensación de peligro
“A veces el coche se mueve solo porque la dirección tiembla”, afirmó el piloto de AlphaTauri, después de que Lewis dijera que sintió “una sensación extraña” en carrera, ya que en muchas ocasiones pensó que se podía chocar contra el muro a más de 300 km/h por culpa de esos rebotes.
“A tanta velocidad no es fácil. No creo que puedan arreglar algo hasta el final del año. Pero espero que se arregle para el año que viene”, finalizó Pierre.