“Hay quien cree que Villalibre tiene más años, pero tengo 21”


Asier Villalibre es uno de los seis jugadores del Bilbao Athletic que harán la pretemporada con el primer equipo a partir del próximo 4 de julio. Al delantero se unirán el portero Hodei Oleaga, el central Dani Vivian, los centrocampistas Oihan Sancet y Gaizka Larrazabal y el media punta Iñigo Vicente.

En el de Gernika están puestas muchas esperanzas para cubrir una posición que necesita recambio teniendo en cuenta que Aduriz ya está en la recta final de su carrera. El futbolista sabe que aún que le queda mucho por aprender, aunque desde hace unos años su nombre salga a colación como el relevo natural del donostiarra. “Todavía soy un chaval y me falta un montón por hacer en el fútbol. Hay quien cree que Villalibre tiene más años, pero tengo 21”, se defiende el punta en una entrevista publicada por la revista oficial que el Athletic que entrega a todos sus socios.

Gaizka me dijo que tenía que llegar muy fuerte en pretemporada. Que eso era lo más importante, llegar muy bien y darlo todo

Asier Villalibre renovó su contrato hasta el 30 de junio de 2023 con una cláusula de rescisión de 50 millones de euros. “Firmar con el Athletic es un sueño hecho realidad. Estoy con muchas ganas de que empiece ya la próxima temporada. Este contrato de larga duración es una apuesta por parte del club. Cuatro años se dice a la ligera, pero son muchos años”, reconoce. “Tenía claro que el lugar perfecto para estar es este. El club confía en mí y saben que tendré que darlo todo desde el primer día de la pretemporada”, añade.

¿Qué le ha pedido Gaizka Garitano? “Me dijo que tenía que llegar muy fuerte en pretemporada. Que eso era lo más importante, llegar muy bien y darlo todo”, confirmó el jugador, que ha jugado cedido en el Numancia, Valladolid y Lorca. En ninguno de estos tres destinos ha dispuesto de muchas oportunidades, pero ha sacado otras lecturas positivas: “He aprendido mucho y he avanzado mucho futbolísticamente con las cesiones. El año pasado en Segunda no fue un año en vano”.

Villalibre jugó ocho partidos con el primer equipo en la temporada 2016-17, seis de Liga y dos de Europa League, con José Ángel Ziganda de entrenador. “Lo que más valoro es que he crecido psicológicamente, he pasado por muchos momentos duros, sufrí en Segunda un descenso con el Bilbao Athletic, pero también con el Lorca. Y es mucho más duro un descenso fuera, cuando te ves solo, cuando no tienes el calor de casa”, explica. Y es que fuera del Athletic “hace mucho frío”, reconoce. “Valoras mucho más lo que tienes en casa”, añade.

No fue una decisión fácil volver a Segunda B. Vi que todavía tenía tiempo y que me podía venir bien volver a jugar en esta categoría

Después de regresar de las cesiones de Valladolid y Lorca, decidió bajar de categoría para volver al filial rojiblanco de Segunda B. No fue una decisión fácil, pero con el tiempo se ha comprobado totalmente acertada. Tanto es así que ha marcado 23 goles en la campaña 2018-19, primero con Gaizka Garitano de míster y después con Aritz Solabarria. Un gran rendimiento que le ha servido para hacer la pretemporada a las órdenes del míster de Derio. “No fue una decisión fácil volver a Segunda B. Vi que todavía tenía tiempo y que me podía venir bien volver a jugar en esta categoría. No lo vi como un paso atrás, sino como una oportunidad de coger otra vez confianza. Es lo que decidí y ha salido bien”, asegura. Su familia le ayudó a tomar esta decisión.

He mejorado sobre todo en la movilidad, en no jugar como un delantero más estático

Ahora se ve mejor futbolista: “He mejorado sobre todo en la movilidad, en no jugar como un delantero más estático. Ya sé que es difícil dar el nivel desde ya, pero ojalá sea así”

Aun así, prefiere no volver a salir en calidad de prestado. ¿Qué le sugiere la palabra cesión? “Así de entrada, el recuerdo de malas experiencias. No me gustaría salir cedido, claro está, y voy a trabajar con todo con la intención de quedarme, pero si al final hay que salir porque es lo mejor para todos, pues sin ningún problema. Ahora estoy con más confianza para afrontar lo que venga. Ya sé que hay mucha presión, pero también tengo más control”, afirma.


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