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Hijo del “Chapo” Guzmán admite secuestro de “El Mayo”, pero dice que Estados Unidos no se lo pidió

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Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, reconoció que secuestró a Ismael “El Mayo” Zambada en Sinaloa para intentar recibir reconocimiento del gobierno de Estados Unidos y así mejorar su postura en el proceso judicial que enfrentan él y su hermano, Ovidio Guzmán.

El reconocimiento quedó expresado en el acuerdo de culpabilidad que Guzmán López firmó con la Fiscalía de Estados Unidos y que se hizo público este lunes.

Sin embargo, el documento señala que Guzmán reconoció que el secuestro de “El Mayo” Zambada no fue solicitado por el gobierno de Estados Unidos.

En el acuerdo de culpabilidad, Guzmán se compromete a cooperar en cualquier asunto en el que sea llamado por la Fiscalía de Estados Unidos.

“Esta cooperación incluirá proporcionar información completa y veraz en cualquier investigación y preparación previa al juicio, así como prestar testimonio completo y veraz en cualquier procedimiento penal, civil o administrativo”.

Así secuestró a “El Mayo” Zambada: Traducción

El 25 de julio de 2024, o alrededor de esa fecha, en el estado de Sinaloa, México, el acusado Joaquín Guzmán López confinó, raptó y secuestró ilegalmente al Individuo A (“El Mayo” Zambada), quien fue retenido a cambio de una recompensa u otro beneficio, y lo transportó intencionalmente en comercio exterior, en violación del Título 18 del Código de los Estados Unidos, Sección 1201(a)(1).

Antes del 25 de julio de 2024, Guzmán López organizó una reunión en Sinaloa en la que participaron el Individuo A (“El Mayo” Zambada) y otras personas. Para atraerlo, le indicó que su presencia era necesaria para resolver un desacuerdo con terceros.

El 25 de julio, Guzmán López estuvo presente en el lugar cuando el Individuo A (“El Mayo” Zambada) llegó. Le pidió que hablara con él en una sala privada del edificio. Sin que el Individuo A (“El Mayo” Zambada) lo supiera, Guzmán López había retirado el cristal de una ventana que iba del suelo al techo. Cuando ambos entraron, Guzmán López cerró la puerta con llave.

En ese momento, bajo su coordinación, varios hombres que trabajaban para él entraron por la ventana, esposaron al Individuo A (“El Mayo” Zambada) y le colocaron una bolsa en la cabeza. Los hombres, armados, sacaron al Individuo A (“El Mayo” Zambada) por la ventana y lo colocaron sobre un regazo en el asiento trasero de una camioneta que los esperaba.

Guzmán López también subió a la camioneta, que condujo de 10 a 15 minutos hasta una pista de aterrizaje donde los esperaba una avioneta. Los hombres subieron al Individuo A (“El Mayo” Zambada) al avión, al que también abordaron Guzmán López y un piloto.

El Individuo A (“El Mayo” Zambada) fue atado con bridas a uno de los asientos. Tras el despegue, Guzmán López preparó una bebida con sedantes, de la cual bebió él mismo y administró parte al Individuo A (“El Mayo” Zambada).

Como habían acordado, el piloto voló la aeronave desde México hacia Estados Unidos y aterrizó en Nuevo México (Estados Unidos). Guzmán López coordinó y cometió el secuestro del Individuo A (“El Mayo” Zambada), entre otras razones, con la esperanza de recibir crédito por cooperación del Gobierno de Estados Unidos para él y su hermano.

Sin embargo, Guzmán López reconoció que el Gobierno de Estados Unidos no solicitó, indujo, sancionó, aprobó ni condonó el secuestro. También reconoció que, como se detalla más adelante, ni él ni su hermano recibirán crédito por cooperación por dicho acto.

Los hechos anteriores se exponen únicamente para ayudar al Tribunal a determinar si existe una base fáctica para la declaración de culpabilidad y el decomiso penal del acusado, y no pretenden ser una descripción completa de todos los hechos dentro del conocimiento personal del acusado respecto a los delitos imputados y la conducta relacionada.



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