El 13 de enero no es una fecha más para Ibai. El santutxutarra volvió a defender ese mismo día del año pasado la camiseta del Athletic tras recalar en Lezama procedente del Alavés. Ayer, luciendo ya de nuevo como rojiblanco, el delantero del conjunto bilbaíno celebró el nacimiento de su segundo hijo, el pequeño Marko.
Horas más tarde trascendió públicamente el interés del Espanyol por hacerse con sus servicios. El club perico, colista de Primera y con Abelardo como nuevo entrenador, quiere poner toda la carne en el asador para evitar el descenso. La entidad blanquiazul, de hecho, llevó a cabo la semana pasada el fichaje más caro de su historia al desembolsar en torno a 20 millones de euros al
Benfica por el delantero Raúl de Tomás.
Se da la circunstancia de que Ibai, a modo y manera de lo que hizo algunos meses antes su compañero Muniain, firmó su nuevo contrato con el Athletic sin fijar cláusula de rescisión alguna. El Espanyol movió ficha la semana pasada para tratar de llevar a cabo la petición exclusiva del propio Abelardo, pero enseguida le remitieron al club bilbaíno para, caso de proceder, acometer la correspondiente operación. La entidad de Ibaigane, visto lo visto, tiene la palabra.
Varios indicios dan a pensar que la operación pretendida por el club perico no se llevará a cabo en caso, claro está, de que el delantero bilbaíno estuviese dispuesto a cambiar de aires. El primero de ellos es que Gaizka Garitano no parece dispuesto a que haya salidas en su plantilla a excepción de Ganea. El segundo, que el técnico deriotarra, de hecho, optó por incluir a Ibai en el once titular que presentó el pasado sábado en Las Llanas, cuando en Lezama ya se tenía confirmación oficial del interés del Espanyol.
Tampoco conviene dejar caer en saco roto que el santutxutarra fue el primer futbolista fichado por la directiva presidida por Aitor Elizegi con Rafa Alkorta ya a la cabeza de Lezama. Cierto es que la coyuntura deportiva del Athletic hace ahora cerca de un año no se parecía en nada a la actual. Los leones luchaban entonces por salir de la zona de descenso. Ahora, en cambio, su objetivo tiene más que ver con las plazas europeas.
Aquellas urgencias clasificatorias llevaron a los nuevos responsables del club a invertir 3,5 millones de euros en el fichaje de Ibai. El Athletic pagó al Alavés ese montante económico, aun a sabiendas de que el delantero bilbaíno acababa contrato con la entidad babazorra seis meses más tarde. No parece muy lógico prescindir ahora de un futbolista fichado hace un año.
Las estadísticas, en cualquier caso, vienen a demostrar que el santutxutarra no ha contado demasiado para Garitano. Ibai ha participado en 23 partidos de Liga desde su vuelta al Athletic, solo nueve de ellos como titular.
La semana pasada el propio león se pronunciaba a este respecto: “Obviamente, cualquier jugador siempre quiere jugar. No puedo estar contento con lo que he participado, pero tengo la conciencia tranquila”. El punta rojiblanco incidía en que “mentalmente he dado pasos adelante, pero es complicado con las participaciones que he tenido, sin continuidad, entrando un día media hora, luego tres sin jugar… Crees que estás bien, pero es difícil por la confianza y el ritmo”. Ibai, por cierto, jugó el partido completo el pasado sábado en Las Llanas.
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