No sólo James Nnaji con los Charlotte Hornets, sino que otro potente e intimidante pívot con el sello de calidad del Barça quiere hacer un llamado a la NBA estos días en la Summer League. En su caso, con los Portland Trail Blazers: Ibou Badji (Dakar, Senegal, 2002). Pese a que efímero su paso por el primer equipo azulgrana -apenas siete partidos debutando de la mano de Saras Jasikevicius-, su etapa formativa en la Ciudad Condal fue más duradera, tres años entre el júnior y el filial, desde 2018 -cuando llegó al club-, y 2021.
Y se da la casualidad de que esta noche se van a encontrar Nnaji y un Badji que compartieron cantera y también pretemporada en un primer equipo en el que el interior senegalés no se llegó a asentar como el nigeriano, aunque ambos comparten lo de su temprana ambición por una NBA que parece que les va a dar una oportunidad.
Si bien parece que los Charlotte Hornets van a hacer esperar un año más a un James Nnaji que apunta a seguir una temporada más en Barcelona después de ser drafteado el 31, el estreno de Badji, de sólo 20 años, podría llegar este próximo curso tras una campaña marcada por una lesión de rodilla después de que Portland le incorporara en noviembre.
La franquicia de Oregon renovó el 1 de julio al interior de Dakar de nuevo por un año más con un contrato ‘two-way’. Según la información de MD, en la organización de Oregon ven al senegalés como un proyecto a largo plazo y, como prueba de ello, le han concedido otro voto de confianza tras una desafortunada primera temporada. El plan es que combine participación en el nuevo equipo de la G-League que tendrá Portland a partir de este curso que viene -los Rip City Remix-, y las oportunidades que puedan surgir en los Blazers. De hecho, el tipo de contrato que ha firmado está hecho para combinar NBA y la especie liga de filiales que es la G-League.
Si bien James Nnaji, que cumple los 19 años en agosto, ya ha sido una temporada jugador del primer equipo a todos los efectos y ha llegado a la NBA vía draft, el camino de Badji hasta la mejor liga del mundo ha sido algo distinto. El pívot de 2,16, que pasó por la academia de la liga estadounidense antes de incorporarse al Barça, fue cedido al Força Lleida de LEB Oro en el ejercicio de 2021-2022, al término del cual puso rumbo a la NBA, aunque dando algunas vueltas más.
Ibou Badji no fue drafteado en 2022 y probó suerte con los Milwaukee Bucks en el ‘training camp’ de septiembre. Acabó siendo asignado al equipo de la G-League, los Wisconsin Herds, en los que dejó unas buenas cifras de 7,4 puntos, 6,6 rebotes, 1,4 rebotes y unos llamativos 2,4 tapones en 20,7 minutos en 7 partidos, lo que llamó la atención de los Blazers, con lo que se ha acabado estrenando en la presente Summer League.
Una persistente lesión de rodilla que acabó en cirugía en marzo acabó por frustrarle un debut que habría podido perfectamente llegar en la última decena de partidos de temporada, cuando los Blazers ya dieron la campaña por perdida sentando a Damian Lillard, sobre el que el General Manager de los Blazers, Joe Cronin, ya ha avisado que pueden tardar meses en traspasar en busca de una operación que favorezca también a Portland.
La mano derecha de Cronin, el catalán Sergi Oliva (Gelida, 1984), que llegó a los Blazers el año pasado tras haberse desempeñado como Vicepresidente de Estrategia en los Philadelphia 76ers y entrenador asistente en los Utah Jazz.
“Intimida, tiene mucha capacidad de salto y juega muy bien el pick and roll”
Similar a Nnaji en este aspecto, los Portland Trail Blazers le quieren desarrollar sobre todo como un destacado protector de aro, el rol en el que de hecho también le ven futuro los técnicos que le conocen bien. Aparte de sus 2,16, son también sus bestiales 2,40 de envergadura, no muy lejos de Victor Wembanyama (2,44) para dar idea de lo que es el ex azulgrana, con un don innato para taponar, rebotear y dominar el aro en ambos lados de la cancha. Su capacidad para asestar ‘gorros’ es con lo que está llamando más la atención en la Summer League, con 3 puntos, 1,5 rebotes, 1 asistencia y 2 tapones en 20 minutos en dos choques.
“Intimida, tiene mucha capacidad de salto, juega muy bien el pick and roll y hemos trabajo con él otros recursos como el poste bajo. Tiene mucha proyección”, destacaba de Badji a MD el entrenador del Lleida, Gerard Encuentra, después de haberle tenido y moldeado la temporada 2021-2022. No obstante, le queda mucho por pulir a Badji, que aparte del tiro -28% en la Summer League-, debe pulirse todavía como defensor.
Badji, intentando parar a Wembanyama
Pese a su potencia atlética con su tamaño y envergadura, el senegalés sufre ante pívots que atacan desde posiciones más abiertas. Si bien registró en LEB Oro con el conjunto del Segrià buenos números -8,4 puntos, 4,2 rebotes, 1,2 tapones y un 57% en tiros de campo en 20 minutos-, su duelo ante Marc Gasol en la Final Four de ascenso remarcó ese aspecto a mejorar por parte de Badji, que también sufrió ante Victor Wembanyama cayendo con facilidad en las fintas, otra de las facetas a mejorar según los entrenadores que mejor le conocen.
“Quiero ganar anillos y ser como LeBron”, espetaba Badji el año pasado en una entrevista con Relevo el año pasado. Esta noche se encontrará con James Nnaji, que comparte con él similitudes en el juego y la misma ambición de triunfar en la NBA, que ya conoce de sobra los interiores que puedes llegar a brotar de las entrañas del Barça con los casos de Pau Gasol y Marc Gasol como paradigmas y casos de otros perfiles de jugadores distintos como el corto pero intenso placer que dio Juan Carlos Navarro y más discretos ejemplos que lograron pisar la mejor liga del mundo en cualquier caso como Mario Hezonja y Leandro Bolmaro.
Sin entrar en comparaciones, y como a Nnaji, mucho le queda a Badji para labrarse una carrera, pero ahí está para honrar y consolidar la tradición de la cantera azulgrana en la NBA.