Iker Muniain, capitán del Athletic


Daniel Ruiz Bazán
,
Genar Andrinua
,
Pablo Orbaiz
,
Julen Guerrero
,
Josu Urrutia
,
Carlos Gurpegi
,
Andoni Iraola
o
Markel Susaeta
son algunos de los que han sido capitanes del Athletic antes de que
Iker Muniain
se convirtiera en el máximo responsable de portar el brazalete que le acredita como referencia en ese sentido en el terreno de juego. Y fuera del campo, también.

Por eso hay imágenes que rodean a la vida privada de Muniain, que él ha hecho públicas, que me gustaría no haberlas visto nunca (el avión privado, por ejemplo). Ojo, en su derecho está de hacer lo que le dé la gana con su vida, faltaría más. Pero para mí, el concepto capitán, va más allá de los terrenos de juego, va más allá del club.

Muniain tiene un peso importante en el vestuario. Se lo ha ganado con partidos. Ahí están sus números, son ya casi de leyenda, y también su compromiso con el club. Quien dude de eso tiene un serio problema. Podrá gustar más o menos su estilo, podrá estar más o menos en forma; pero el navarro no es jugador de esconderse, la verdad.

Cómo ha salido de dos lesiones importantes es un ejemplo de lo que estoy diciendo. Es de agradecer. Seguro que no le hizo ni gracia ser suplente contra el Real Madrid. Claro que le molestan que le cambien. Yo, siempre y cuando no pasen la línea de la falta de respeto, quiero jugadores así. Acomodados no, gracias.

La figura de Julen Guerrero

Yo crecí en rojiblanco con la figura de Julen
Guerrero. Me enamoró ese Athletic de
Jupp
Heyckens
que jugaba en rombo en el centro del campo. Y no solo por Guerrero. Los
Eskurza
,
Garitano
,
Valverde
,
Ziganda
… Qué bien me lo pasaba viendo a ese equipo.

A lo que voy es que la irrupción de Muniain en el primer equipo fue un aire fresco en las ilusiones rojiblancas. Una especie de un nuevo Guerrero. Y eso que, futbolísticamente, poco se parecían. Pero llegaba algo distinto, más allá de la juventud de Iker. Era un estilo poco visto en el Athletic.
Caparrós
, muy amigo de estas apuestas, todo hay que decirlo, no dudó ni un instante en dar la oportunidad a un chaval que no tenía ni el carné de conducir. Y no lo tenía porque no había cumplido los 18 años. Y Muniain no defraudó. Descaro, desborde, cambios de ritmo, movilidad. Confirmó lo que todos los técnicos de Lezama habían visto en el chaval de la Txantrea.

Me acuerdo como si fuera hoy de su primera rueda de prensa, de las primeras que dio en Lezama. Con la timidez de un chaval, que es lo que era, mezclado con el desparpajo que le acompaña en su carácter. Junto con el que fuera jefe de prensa del club, y siempre recordado,
Jon
Larrea
, Muniain sonreía en cada respuesta como con miedo. Incluso se escondía detrás del micrófono. Fue un momento muy divertido.

Hay otra rueda de prensa también, en San Mamés, junto con
Koikili
de enmarcar. Lástima que luego esa frescura se vaya perdiendo con el tiempo. Ley de vida. Nos pasa a todos. Nos queda Muniain para rato. Por edad, por contrato. Y es bueno para el Athletic, aunque tenga avión privado. No es cosa del otro jueves.


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