Illarramendi: “Se llega a sentir impotencia”


Asier
Illarramendi descuenta cada hoja del calendario con la ilusión de un recién llegado. Mañana se cumplen ocho meses desde que una grave lesión en el derbi de San
Mamés le dejara fuera de combate para una temporada en la que, como el capitán de la Real admite en una conversación con Ibon
Zugasti, ciclista y youtuber con el que los txuri urdin han hecho estos días una sesión de spinning, se estaba empezando “a sentir sin molestias”. Y es que, aunque después de que la pasada temporada sufriera otra lesión que le tuvo tres meses KO, terminó jugando, Illarra admite que “no estaba bien”. Por eso, volver a lesionarse cuando parecía dejar atrás todas sus penurias le ha sumido en un largo túnel en el que, ahora sí, ya ve la luz.



“Cuando regrese, espero hacerlo a mi mejor nivel”, señala Illarramendi no sin ocultar que estos meses han sido muy complicados. “Llevo desde agosto llevo parado y se hace duro. Entrenando solo, mucho tiempo fuera del equipo… A veces se siente impotencia porque haciendo lo que tienes que hacer no te va bien la recuperación. Son tiempos jodidos”, manifiesta el capitán al que, eso sí, la crisis sanitaria, le ha abierto la puerta a la esperanza de poder jugar la final
de
Copa. “Cuando empecé a entrenar con el grupo faltaba un mes para la final, el equipo estaba a tope y me iba a costar entrar, pero ahora ha tenido que parar todo el mundo”, explica el mutrikuarra que, listo para optar por un puesto en el equipo, ante todo quiere que la final se juegue… y se gane. “Esperemos que podamos jugar, ganas no nos faltan. Es un año buenísimo para nosotros y esperemos que se pueda jugar y que ganemos”.

Los casi 50 días de parón los está llevando con parsimonia el centrocampista que en marzo cumplió 30
años. “Cocinando más que antes” pero sin problemas con el peso porque “por suerte no engordo ni en verano”. Illarra, además, recalca que “ahora estamos entrenando hasta más que habitualmente, así que he perdido algún gramo”. Tendrá que ofrecer su mejor versión el ‘4’ blanquiazul para entrar en el equipo ya que el nivel que ha dado la Real es máximo y él lo ha gozado desde la grada. “Me ha tocado disfrutar de otra manera. Viéndoles jugar me gustaría estar con ellos pero siempre he sido de la Real y disfruto como un aficionado más”, ha comentado el pivote que entiende que la clave del éxito de esta temporada tiene dos vertientes. Por un lado “la unión que hay, el compromiso, la solidaridad y las ganas de trabajar hacen que se vea un gran equipo en el terreno de juego” Y por otro, la labor de Imanol,.”Su exigencia máxima en el día a día y confiar en todos ha hecho que hayamos llegado a este punto. Ojalá terminemos arriba”.


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