Imanol: año II

El ritual de Imanol
Alguacil una vez que se apagan los focos del fútbol es desaparecer del mapa. Dejar de existir a efectos públicos mientras duren las vacaciones. Urdir los esbozos del mañana con la discreción de un espía, la perspicacia del más avezado estratega con el ineludible propósito de seguir cantando victoria. La Real encomienda su felicidad al entrenador. O al emperador.

El viernes se inaugura, con el primer día de la pretemporada, el segundo proyecto de la Real con Imanol
Alguacil a la cabeza. Si el verano pasado el guipuzcoano se estrenaba en las lides de un líder, ahora asume la voz de mando venerado por los resultados, su profesionalidad e idolatrado por el sentimiento que arroja a cada segundo de su profesión. Unas premisas idílicas para el punto y seguido a su cuarta temporada en el banquillo txuri urdin -divididas en dos etapas-.

Alguacil aparcó su dedicación laboral a los días de lograr el sexto puesto en el Wanda Metropolitano. Nada más terminar la Liga 19/20, el técnico pensó que no había tiempo que perder y mantuvo una serie de reuniones para diseñar el próximo ejercicio. Imanol ha comandado estas operaciones junto con el director deportivo de la Real, Roberto
Olabe.

datos Imanol
datos Imanol

Tanto el entrenador como el máximo rector del órgano deportivo van de la mano con el presidente, Jokin
Aperribay, hacia una idea clara para la temporada que viene: no se puede descartar una ausencia total de fichajes en caso de que no salga nadie del actual plantel. Olabe advirtió antes de las 11 últimas jornadas de la pasada Liga de que la Real estará compuesta por sus actuales integrantes, parte de los cedidos y los miembros del Sanse que se ganen el derecho a ascender con el equipo nodriza de la entidad. Martín
Zubimendi fue el primero en conseguirlo una vez finalizado el curso.

Hay sintonía

Todos los vértices que componen las altas esferas del club hablan el mismo idioma. Imanol
Alguacil encarriló el plan de la apasionante temporada venidera antes de marcharse de vacaciones. Si repite su habitual proceder, el técnico de Orio se presentará en Zubieta con unas jornadas de antelación respecto al pistoletazo de la pretemporada para elaborar los entrenamientos. La sintonía reinó en las cumbres con Olabe. El entrenador dejó patente en su última rueda de prensa de la campaña pasada, el 20 de julio, su rol preponderante: “A Roberto
Olabe le gusta estar en los entrenamientos y verlos, pero no tengáis ninguna duda de que las alineaciones las hago y decido yo”.

Imanol no se encontrará grandes novedades en la puesta de largo del viernes en Zubieta. Se reencontrará con los cedidos, lidiará con la conflictiva presencia de un Rulli al que se busca una salida, recibirá con los brazos abiertos a Guridi y Merquelanz después de su marcha triunfal en el Mirandés y seguirá cobijando a los jugadores del Sanse que se ejerciten con el primer equipo. Uno de ellos será Roberto
López y otros como Näis
Djouahra, Robert
Navarro, Pacheco, Alkain o Lobete aspiran a reeditar su presencia de los compases finales del ejercicio anterior.

La costumbre de ganar

Imanol será el décimo entrenador que dirija a la Real en Europa. Sucede en este particular ‘pergamino’ a ilustres como Elizondo, Ormaetxea, Toshack o Boronat y los más contemporáneos como Krauss, Denoueix, Montanier, Arrasate y Eusebio. Entrenar a la Real por el Viejo Continente es sinónimo de éxito, sin duda. La consecuencia de que la costumbre es ganar. Imanol lo refleja con un notable 47% de victorias en sus 77 partidos al frente de la Real.


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