El informe anual de la Liga de Campeones femenina 2021/22, elaborado junto a los miembros del panel de observadores técnicos de la UEFA, revela que el FC Barcelona, subcampeón, fue el equipo que gozó de más posesión de balón durante el torneo, pero que el Lyon, que reconquistó el título ante las azulgrana, fue más práctico.
El porcentaje de posesión del equipo de Jonatan Giráldez fue de 68,7% a lo largo de la competición y el Lyon tuvo un 51,4%, lo que le sitúa en la octava posición de la lista, en la que el Real Madrid fue quinto con el 53,7%.
En el global, la media de posesiones del Barça se situó en 26.9 segundos por los 18.2 del campeón continental, de nuevo octavo en esta lista.
En la final de Turín, el FC Barcelona tuvo un 61% (su cifra más baja de la temporada), por el 39% del Lyon, mucho más efectivo que el campeón español y que aprovechó mejor los robos de balón debido a su alta presión.
No obstante, ambos equipos fueron los que consiguieron más goles tras recuperaciones en la zona ofensiva cuando el rival trataba de sacar el balón, con nueve.
Una cuestión decisiva fue, como apunta en el informe la seleccionadora irlandesa, Vera Pauw, que el Lyon hizo transiciones inmediatas y rápidas tras hacerse con el balón y el Barcelona no pudo comenzar el juego como hubiera querido.
El Chelsea lideró la tabla de pases permitidos al rival con 7,9 de media, por delante del Barcelona (9,2), el Lyon (9,5), el Bayern Múnich (9,5) y el Real Madrid (10,0).
Revela el documento que la preparación física es un factor influyente para mantener esta estrategia de alta presión. Así, el estudio revela una tendencia de un incremento del 10% en las carreras de alta intensidad entre 2020 y 2021, con esprints a velocidades superiores a 23km/h.
La investigación también señala que, de promedio, las centrocampistas deben estar preparadas para completar 17 esprints a una velocidad media de 28,4 km/h.
En las rondas eliminatorias de la temporada 2021/22 las centrocampistas representaron seis de la docena de jugadores que realizaron esprints superiores a 30 km/h.
Tabea Wassmuth, del Wolfsburgo recorrió 3.168 km a velocidades entre 15 y 30km/h durante el partido de su equipo en casa contra el Arsenal.
Los datos confirman además que las centrocampistas centrales suelen cubrir mucho terreno. Por ejemplo, la barcelonista Aitana Bonmatí corrió 12,1 kilómetros durante la final, pero rara vez encuentran suficiente espacio para trabajar a su máximo ritmo. La media más alta la tiene Hanna Glas (Bayern Múnich) con 12,89 km por encuentro.
En cuestiones de velocidad, lideró la lista la centrocampista del Wolfsburgo Sveindis Jónsdóttir, que corrió a 32,87 km/h durante la derrota por 5-1 en Barcelona. Laurina Fazer (PSG) lo hizo a 32,34 y Asisat Oshoala (Barcelona) a 31,53.
En cuanto al esfuerzo colectivo en distancia recorrida, es curioso que las campeonas produjeron la cifra más baja de las rondas eliminatorias: 103,74 km en su partido fuera de casa contra el Juventus, frente a una media global de algo más de 110 km por partido.
Las jugadoras del Bayern recorrieron 123,80 km por partido, por los 112,92 del PSG, los 111,24 del Real Madrid, los 111,19 del Barcelona o los 104,16 del Lyon, octavo también en esta tabla.
Al margen de otras cuestiones estadísticas y tácticas, el informe destaca una audiencia televisiva de la competición de más de 14 millones de espectadores, así como los récords de asistencia a los estadios, entre los que destacaron los 91.553 espectadores que acudieron al Camp Nou a la vuelta de los cuartos de final contra el Real Madrid y los 91.648 que fueron a la ida de la semifinal contra el Wolfsburgo. En total, el número de espectadores que acudieron a los estadios fue de 587.930, es decir, una media de 9,799 por encuentro.
Los miembros del panel de observadores técnicos fueron Corinne Diacre (FRA), Jarmo Matikainen (FIN), Nils Nielsen (DIN), Vera Pauw (NED), Hope Powell (ING), Anna Signeul (SWE), Monika Staab (GER) y Jorge Vilda (ESP).