Iñigo Martínez: “Claro que fue duro marcharme de la Real”


Hay heridas que nunca se cierran. En Donostia todavía supura la marcha de Iñigo Martínez a Bilbao. Pero sucede en todas las ciudades. El de Ondarroa se formó en Zubieta y jugó seis temporadas y media en la élite con los guipuzcoanos antes de poner rumbo al Athletic. “Claro que fue duro, un momento difícil para mí y para mi familia”, reconoció en una rueda de prensa virtual. Pero lo entiende como “algo normal”, una decisión tomada “con la cabeza” y de la que no se arrepiente en absoluto: “Es lo mejor que podía hacer en esos momentos”.



Llegó un punto en el que no me sentía a gusto, no era yo, no estaba disfrutando del todo del fútbol y mi cabeza me decía que había que dar un cambio en mi vida”, analizó Iñigo Martínez. Pero el resquemor de la afición no se refleja en el verde: “Dejé muchos amigos allí que todavía sigo teniendo, eso es lo mejor que tiene el fútbol y lo más bonito. Siempre estaré agradecido a la Real por todo lo que me ha dado durante muchos años”.

Entonces surgió la opción de recalar en San Mamés. “Desde el primer minuto confiaron plenamente en mí, me querían sí o sí y me transmitieron el cariño que necesitaba en ese momento”, afirmó el zaguero. Se siente identificado con “la garra, el coraje y la valentía” que caracterizan a los leones. “Y la familia, ya sabía lo que era ser del Athletic porque desde pequeño lo he mamado al ser vizcaíno. Sabía que venía a un gran familia”, apuntó.

Aunque las sensaciones de su primer derbi en Anoeta “fueron muy extrañas”. Se produjo a los pocos meses de su fichaje y la Real se impuso por 3-1. “Sabía que el recibimiento no iba a ser bueno”, pero se mostró “tranquilo, con confianza, con ganas de saltar allí y hacerles frente”. Billetes falsos y pitadas atronadoras del público txuri urdin.

Pese a todo, extrae la parte positiva. “Me considero muy duro mentalmente. Hay cosas que igual a otros les afectan más, pero a mí no. Disfruté, aunque las sensaciones fueron muy extrañas al jugar contra mi exequipo y mis excompañeros. Pero a la vez fue bonito, después de terminar el partido estuve un buen rato charlando con ellos”, recordó Iñigo Martínez.

Me considero muy duro mentalmente. Hay cosas que igual a otros les afectan más, pero a mí no. Disfruté, aunque las sensaciones fueron muy extrañas al jugar contra mi exequipo

Al central le pidieron que definiera al Athletic con tres palabras. No se lo pensó demasiado. “Las más importantes, tal y como lo veo yo, son único, es historia y es una familia”, declaró. Son dos años largos como león y lo que más le ha llamado la atención en este tiempo “es el trato del aficionado al jugador, a su jugador”. La cercanía entre grada y terreno de juego es palpable: “Es lo que más me sorprendió, venir aquí y saber que aquí, los que son del Athletic, son muy aficionado y forofos. Llegar y sentir el cariño desde el primer minuto fue algo excepcional, una auténtica maravilla”.

Pero a Iñigo Martínez no le gustan las ataduras y no quiere pensar en el largo plazo. ¿Aceptaría una oferta para otro cambio de aires? “Nadie sabe dónde puede terminar. Lo que hay que hacer y valorar es lo que hace el jugador en cada partido, los años que esté. Estoy encantadísimo de estar aquí, espero seguir muchos años aquí y espero seguir dándole alegrías a esta afición porque se lo merece”, concluyó el 4 del Athletic.


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