Todo lo que aquí van a leer es invención del autor, o sea, mío. Y como en todas las historias de ficción, hay en ella algo que es profundamente verdadero. Es, el otro jueves.
Iñigo Martínez
es el fichaje más caro en la historia del Athletic. 32 millones de euros pagó el club rojiblanco a la Real Sociedad. Fue un golpe de efecto de la directiva de Josu Urrutia después de que el Manchester City fichara a Aymeric Laporte. Y yo pregunto al aficionado rojiblanco: ¿a quién de los dos prefieres?
La verdad es que sería un interesante debate con difícil respuesta por la calidad de ambos jugadores. Aun valorando y mucho al francés, me quedo con el vizcaíno. Martínez es el líder de la defensa rojiblanca. Está a dos partidos de hacerse centenario como león. Una sanción (está por cierto a una tarjeta de cumplir su primer ciclo) o una lesión son lo único que le pueda dejar fuera del once de Garitano. La confianza es máxima en el de Ondarroa. Bien con Yeray, bien con Núñez.
Iñigo Martínez es el último trasvase de la A-8 procedente de Donosti. El que fuera uno de los capitanes durante unas cuantas temporadas en la Real fichó por el Athletic, lo que provocó indignación en muchos aficionados del equipo guipuzcoano. En parte es entendible.
El ondarrutarra es uno de los jugadores más importantes en la historia de la Real. No lo digo yo. Lo dicen periodistas que siguen el día a día del equipo donostiarra. Seguro que ahora dirán que no cambian a Iñigo Martínez por Le Normand. Sin quitar ningún mérito a lo que está haciendo el central francés y a lo que está haciendo el equipo de Alguacil en este arranque de temporada, déjenme que lo dude, la verdad.
Iñigo Martínez estuvo muy cerca de fichar por el Barça de entonces Valverde. Es un central top que, aunque ha perdido protagonismo en las últimas convocatorias de Luis Enrique, tiene serias opciones de poder estar en la próxima Eurocopa con la selección española. Es un jugador, por cierto, que también ha demostrado su compromiso absoluto con la Euskal Selekzioa. Allá donde haya jugado la Tricolor, allí ha querido estar el de Ondarroa.
Con el subidón de la remontada ante el Sevilla, Iñigo Martínez fue uno de los jugadores que habló tras el partido y me gustó más lo que dijo que el partido que hizo. “No está siendo fácil. Ha habido victorias buenas, como ante el Levante, pero luego se ha vuelto a la rutina con una imagen mala y sin ideas”.
Aviso para navegantes. Aviso del líder de la defensa del Athletic. Es un capitán sin brazalete. Qué algún día lo portará, al tiempo. Y es verdad lo que dijo.
Creo que lo del otro día frente al Sevilla puede y debe ser un punto de inflexión. Por cómo y ante qué equipo fue. Ojalá este mensaje de Iñigo Martínez llegue al vestuario y el domingo en Valladolid el equipo rojiblanco logre una nueva victoria y pueda vivir esta temporada, de una vez por todas, un parón liguero relativamente tranquilo. Al Athletic le hace falta regularidad de buenos resultados.
Regularidad como la que tiene Iñigo Martínez desde que se convirtió en león. En el líder de la defensa. No será cosa del otro jueves.
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