Iñigo Martínez se estrenó como jugador del Athletic el 4 de febrero de 2018 en Girona. El central emprendía así su etapa como león tras haberse convertido en el fichaje más caro de la centenaria historia de la entidad bilbaína, previo pago a la Real de los 32 millones de su cláusula de rescisión. El ondarrutarra regresa mañana a Montilivi sin aclarar el tema de su futuro y con la sensación generalizada de que sus días como rojiblanco están contados.
Aquel mercado de invierno de la temporada 2017-2018 resultó especialmente agitado en el Athletic. El City vino primero a Ibaigane con los 65 millones de la cláusula de Laporte. La reacción de Urrutia, entonces presidente del club bilbaíno, fue inmediata: 32 millones por Iñigo Martínez. En el entorno de la Real, lógicamente, no sentó nada bien esta operación, aunque puede que ahora mismo no tengan la misma visión de la jugada.
Con apenas un par de entrenamientos con sus nuevos compañeros, Iñigo Martínez debutó como titular en Girona. Aquel tampoco fue un partido cualquiera. Ziganda, míster del Athletic en aquel entonces, decidió afrontar el duelo ante los de Machín con una defensa de cinco.
El ondarrutarra ejerció de central junto a Nuñez y Yeray, que volvía aquel día a la competición tras haber permanecido alejado de la misma desde el 21 de mayo de 2017 a causa de su tumor testicular. Kuko completó la zaga situando a Lekue de carrilero derecho y haciendo debutar a Andoni López por el ala izquierda. Cuatro medios centros (Mikel Rico, Beñat, Iturraspe y Raúl García) se repartieron la zona ancha e Iñaki Williams ejerció como único punta.
El invento saltó por los aires apenas cinco minutos después de iniciada la contienda. Penalti inocente del joven lateral zurdo y gol de Stuani. El uruguayo volvió a batir a Iago Herrerín minutos más tarde. Con todo perdido, Ziganda regresó al 1-4-4-2 con Susaeta y Aduriz por Nuñez y Beñat. Todo, en cualquier caso, siguió tal y como estaba a nivel de marcador.
Al larguero
Iñigo Martínez, por cierto, remató en Girona al larguero, lo mismo que un año después, con Garitano de míster, en el minuto 90 de la última cita liguera ante al Sevilla de Caparrós. Las opciones europeas del Athletic se estrellaron aquel día en el travesaño. El ondarrutarra no sabe lo que es jugar Europa con el Athletic tras 6 temporadas, 145 partidos de Liga, 18 de Copa y 4 de Supercopa y 7 goles marcados.
El factor deportivo puede que pese más que el económico a la hora de decidir su futuro. Todo, eso sí, empezó en Girona. El sitio donde los leones buscan mañana afianzarse en plazas continentales.