Irán pide a EE UU que levante las sanciones para iniciar el diálogo



El presidente iraní, Hasan Rohaní, la semana pasada durante el anuncio de un nuevo sistema anti misiles. En vídeo, las declaraciones de Emmanuel Macron y Donald Trump en la cumbre del G7. Foto: AFP | Vídeo: EPV
La estrategia negociadora que puede desembocar en una insólita cumbre entre Estados Unidos e Irán dentro de un mes en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York ya está en marcha. El presidente iraní, Hasan Rohani, ha sido el primero en mover ficha este martes al advertir de que Teherán no negociará con Washington hasta que levante las sanciones que el presidente Donald Trump reimpuso el año pasado tras haber roto el acuerdo nuclear. Rohani ofreció a cambio que ambas partes regresan a la casilla de salida y dio a entender que Irán volverá a acatar las condiciones del Plan Integral de Acción Conjunta, denominación oficial del pacto atómico que suscribió con las grandes potencias en 2015. La limitación al enriquecimiento de uranio iraní comenzó a incumplirse a partir de la reintroducción de las sanciones económicas estadounidenses.
El movimiento del mandatario iraní, expresado en un discurso televisado citado por las agencias de noticias internacionales, se produce al día siguiente de que Trump se mostrara abierto tras la cumbre del G7 en Biarritz a la iniciativa del presidente francés, Emmanuel Macron, de celebrar una cumbre con Rohani para renegociar el acuerdo nuclear y poner fin a la escalada de la tensión entre Washington y Teherán.

El presidente de Irán se ha declarado dispuesto a mantener el encuentro de alto nivel. “Pero EE UU debe actuar primero y levantar las sanciones ilegales e injustas impuestas”, condicionó. Trump anticipó el lunes que no prevé compensar a régimen de Teherán por las restricciones económicas impuestas, que han hundido las exportaciones de crudo, aunque dejó abierta la puerta a que financie su recuperación económica mediante créditos internacionales avalados por sus reservas de hidrocarburos. Ambos mandatarios tienen previsto intervenir en las sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas a finales del mes que viene.
“La clave para un cambio positivo está en manos de Washington”, enfatizó Rohani, quien reiteró que Irán no va a dotarse del arma atómica. “Si no se garantizan los intereses iraníes”, avisó en clave doméstica, “volveremos a recortar los compromisos del acuerdo de 2015”. Después de haberse mostrado contemporizador en su intervención pública del lunes, en la que defendió el diálogo para recuperar la prosperidad económica “aunque solo exista un 10% de posibilidades de éxito”, el presidente iraní ha elevado el tono a fin de contentar a los sectores más conservadores de la República Islámica. Las fuerzas que apuntalan el poder del líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, como la Guardia Revolucionaria, excluyen la vía del diálogo con EE UU y apuestan por una política de confrontación.
La Unión Europea –de la mano de Francia, Reino Unido y Alemania– así como de Rusia y China –también signatarios del acuerdo nuclear–, reanudó el diálogo con Irán en Viena el pasado 28 de julio. Ahora se produce un nuevo paso para intentar incorporar a Estados Unidos al proceso de renegociación al tiempo que se rebajarla tensión desatada este verano por la crisis de los petroleros en Gibraltar y el estrecho de Ormuz.


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