Alto y claro han querido hablar las futbolistas, que siguen trabajando por tener más visibilidad e igualdad de oportunidades. Desde FUTPRO, sindicato especializado únicamente en fútbol femenino, se continua en la lucha por defender y mejorar los derechos laborales y el bienestar de las jugadoras.
Así lo entiende la futbolista del Barça, Irene Paredes, quien explica que “cada vez la sociedad está más concienciada, la gente nos ve mucho más y queremos seguir esta proyección. Hay que destinar más recursos para hacer más atractiva la liga y seguir creciendo, pero sobre todo seguir llegando a los espectadores para que disfruten de nuestro fútbol.”.
Uno de los temas prioritarios desde FUTPRO es la negociación del Convenio Colectivo para conseguir condiciones dignas a todas las jugadoras, el Fondo Fin de Carrera o los derechos de las mujeres futbolistas en la Selección Española de Fútbol, entre otras muchas.
“Soy futbolista 24/7 y para serlo tengo que cuidar de mi alimentación, mi físico o mi salud mental, entre otras muchas cosas. Como es normal, todos estos cuidados implican un gasto que recae sobre las jugadoras por lo que un salario mínimo decente es un aspecto indispensable para nosotras. Es importante saber que para poder dedicarnos profesionalmente a este deporte y poder tener una liga profesional, también se nos debe tratar como jugadoras profesionales y el primer paso es tener un convenio colectivo digno del nivel que tiene nuestra liga”, resalta Maitane López, jugadora del Atlético de Madrid.
Por su parte, Esther Martín, jugadora del Levante Las Planas, remarca que “el deporte de élite requiere de dirigentes de élite, decisiones de élite y un convenio de élite. No sólo somos mujeres y futbolistas, somos profesionales. Nos comportamos como tal, tenemos la rutina profesional de cualquier persona dedicada en cuerpo y alma a su carrera profesional y, por supuesto, esperamos una justa remuneración por nuestro trabajo. No es profesional la justificación de que hace años la situación era muy diferente y el crecimiento ha sido exponencial. Lo ha sido gracias al trabajo de deportistas, staff y muchas personas que han dedicado su tiempo y su vida sin recibir compensación a cambio. La precariedad no es justificación. Exigimos un convenio justo”.
“Debemos sentirnos orgullosos de tener a muchas de las grandes jugadoras del mundo, pero sobre todo se deberían eliminar las barreras que día a día nos encontramos las futbolistas para que así nuestro país siga aportando grandes deportistas al mundo del fútbol”, manifiesta Misa Rodríguez, jugadora del Real Madrid C.F.
Del mismo modo, desde el sindicato conocen la necesidad y la importancia de seguir luchando por los derechos de las futbolistas en nuestro país que, en muchas ocasiones, se ven obligadas a seguir sus carreras deportivas en el extranjero.
Como es el caso de Andrea Pereira, jugadora del Club América Femenil, que apunta: “Ahora que he ido a jugar fuera de España, veo todos los problemas que tenemos en nuestro país para hacer crecer el fútbol femenino y no lo entiendo. Aquí en México, la liga tiene únicamente 6 años de vida y es espectacular, se ha destinado una gran inversión a visibilizar el deporte y a atraer espectadores. En España tenemos la suerte de tener a grandes jugadoras del panorama internacional, debemos seguir luchando para conseguir que nuestra liga de un salto de calidad.”.
Elba Vergès, jugadora del Deportivo Alavés, hace un ejercicio de consciencia y destaca, “cada vez estamos más cerca de poder contar con una liga autosuficiente, que esté a la altura de las futbolistas que tiene nuestro país, pero deben acabarse las escusas. Se están empezando a eliminar las acciones que se realizaban de cara a la galería y se están materializando acciones reales.”
Garazi Murua, jugadora del Athletic Club, cuando piensa en su futuro insiste en que “para una futbolista el futuro casi siempre es incierto. Hay que pensar que normalmente nos podemos retirar hacia los 35 años, quizás algunas con estudios universitarios pero difícilmente con alguna experiencia laboral, por lo que es muy difícil encontrar trabajo rápidamente. Además, con el sueldo que tenemos, difícilmente se puede ahorrar para tener un “colchón” llegado el momento de retirarse, por lo que pensar en el futuro da vértigo. Es trascendental tener un convenio colectivo que nos proteja y que proteja nuestro futuro para que nosotras solo nos preocupemos por dar nuestro mejor nivel en el terreno de juego y poder dedicar los máximos recursos posibles a nuestra preparación deportiva.”