Kyrie Irving agudizó todo su genio anoche. Con los 33 puntos que dieron a los Brooklyn Nets contra los Charlotte Hornets (122-116), dejando verdaderas virguerías como una finalización surrealista, y con sus nuevas bambas. El base, que ya había publicado un mensaje de desprecio a Nike en Twitter después de que la marca anunciara que no lanzaría la nueva versión de sus zapatillas, volvió a mandar una indirecta a la multinacional con un mensaje en sus bambas.
“Soy libre… Gracias Dios, lo soy”, se podía leer en las zapatillas del base, quien con sus 33 tantos -11/24 en tiros y 9 asistencias-, registró su segunda mejor marca anotadora de la temporada tras los 37 ante los Grizzlies de la tercera jornada y la más alta desde su regreso tras ser suspendido por los Nets. promover una película antisemita. Irving sumó 62 puntos junto a un Kevin Durant que firmó 29 (12/19 en TC), con 8 rebotes y 8 asistencias.
Sorprendentemente, quizá hartos ya los periodistas de sus polémicas extradeportivas, Irving no fue preguntado por sus nueva bambas en rueda de prensa. No le debería hacer ninguna gracia a unos Nets que claman porque el base se centre, por fin, en el baloncesto. Si así sucede -más la notable mejoría defensiva de Brooklyn desde que Jacque Vaughn es primer entrenador, el nivelazo de Kevin Durant y el mayor impacto de un Simmons que tiene que volver de lesión -, a los Nets, –cuartos ya en el Este con 14-12-, les debería llegar para meterse en play-offs.