La venta de Alexander Isak al Newcastle por 70 millones fue la operación del pasado verano, se podría decir que de la década de la Real Sociedad. “Trato de recordar que la tarifa de traspaso no tuvo nada que ver conmigo, fue entre los dos clubes”, dice el sueco en una entrevista para ‘Vogue Scandinavia”. Es consciente de que esa cantidad hace guiar el foco hacia él: “Bueno, es la realidad ahora y entiendo que con la cantidad de dinero, vienen muchas expectativas”, dice.
El ariete sigue recuperándose de una severa lesión sufrida en septiembre, aunque de momento ni la Real, que va tercera, ni el Newcastle, que ha ganado ocho partidos de nueve, le añoran en demasía. El hecho de volar a la isla “fue un sueño hecho realidad, ya que siempre quise jugar en la Premier League”. Considera que “es un fútbol rápido y sencillo aquí, así que se adapta a mi juego”.
Isak no tuvo problemas para adaptarse a la vida de Donostia y a la Real desde 2019 hasta 2022 y tampoco los ha tenido para aclimatarse en su nuevo entorno: “Me gusta mucho la ciudad, ya que todos los que viven en Newcastle son fanáticos de Newcastle, por lo que realmente puedes sentir la pasión. Es un sentimiento especial”, afirma.
Isak, en su entrevista con Vogue Scandinavia