Una palabra escrita en una cartulina encima de la puerta del vestuario del AFC Richmond resume la filosofía de su entrenador: “Believe”. Cree. Cree, sobre todo, en ti mismo. Puede que Ted Lasso, que aterriza en un equipo de la Premier League británica procedente del fútbol americano universitario como parte del retorcido plan de la presidenta del club para golpear a su exmarido donde más le duele, no sea el estratega que jugadores y aficionados esperaban. Ni siquiera conoce bien las reglas. Pero su enorme optimismo, su bondad y sus galletitas hechas en casa consiguen hacerle un hueco en el equipo y contagiar con su autoconfianza a quienes lo rodean.
La primera temporada de la comedia Ted Lasso se estrenó en el primer verano de la pandemia y ayudó a dar algo de luz a un año lleno de oscuridad. Se convirtió en un fenómeno que se extendió de boca en boca, impulsado por los elogios de la crítica. Las 20 nominaciones que ha recibido a los premios Emmy certifican su éxito. Su protagonista, Jason Sudeikis (Fairfax, Estados Unidos, 45 años), ya ha recogido galardones como el Globo de Oro por interpretar al bueno de Ted, un personaje que en realidad nació en el año 2013 para anunciar que la NBC tenía los derechos de la Premier. Ocho años después, el estreno este viernes de su segunda temporada en Apple TV+ está marcado en rojo en el calendario seriéfilo.
“Cuando hicimos el primer anuncio en 2013, pensábamos que sería cosa de una vez. Solo queríamos que fuera divertido y queríamos que nos dieran un vuelo gratis para ir a ver un partido de la Premier League. Esos eran nuestros objetivos. Lo logramos, vimos al Arsenal contra el Tottenham, y luego hicimos un nuevo anuncio”, recordaba Sudeikis en una entrevista con EL PAÍS por videollamada en junio. “Entonces desbloqueamos el entusiasmo y ese eterno optimismo del personaje. La premisa del primer anuncio era que había sido contratado para ser el entrenador y tres días después le despedían porque no tenía ni idea. El segundo contaba que le había encantado el tiempo que pasó en Londres y cómo se había enamorado del fútbol y quería traerlo a Estados Unidos. Eso me hizo pensar que en ese personaje había más que bromas de pez fuera del agua”, continúa repasando el germen de la serie.
Me gustaría pensar que las cosas de las que hablamos importaban en 2015 y que lo harán dentro de cinco años. Nosotros no inventamos el perdón o la empatía
Jason Sudeikis
Junto a sus amigos Brendan Hunt (que en la ficción interpreta al entrenador Beard) y Joe Kelly, perfilaron una historia que iba más allá. “No sabíamos si sería otro anuncio, una película… Y luego ya estuvo muy claro que la cosa tenía piernas, tenía corazón, alma y piernas. Era 2015. Y seis años después, aquí estamos. No fue algo de la noche a la mañana. Pero creo que cada elemento de este viaje lo ha hecho mejor”. Y en medio, una pandemia en la que los espectadores estaban ansiosos de algo de luz en tanta oscuridad, incluso aunque esa luz llegara en forma de ficción televisiva. “Toda la filosofía de la serie, su ethos, surgió en 2015 y han cambiado muchas cosas desde entonces. Me gustaría pensar que las cosas de las que hablamos importaban entonces y que lo harán dentro de cinco años, porque nosotros no somos quienes inventamos el perdón, la empatía o la cooperación. Si ofreció a la gente un poco de luz, un poco de esperanza que necesitaban, es halagador. Pero si hubiera tenido que escoger entre el éxito de nuestra serie y que la gente hubiera podido seguir abrazándose, no lo habría dudado”, dice Sudeikis.
‘Ted Lasso’ y las cosas buenas que todavía pasan en 2020
Los nuevos capítulos encuentran al equipo tratando de superar una mala racha de resultados después de haber descendido de categoría. El compañerismo brilla en el vestuario, pero no es suficiente. Una psicóloga deportiva, inmune a los encantos de Ted, se incorpora para ayudar a los jugadores. “Queríamos que esta temporada tratara sobre los personajes, que tuvieran que afrontar problemas por ellos mismos. A veces la mejor forma de ayudar a otros es ayudarte a ti mismo, tomarte un tiempo para ti mismo, forzarte a mirar en tu interior y luchar con algunos demonios, o al menos saber que los tienes”, explica el actor sobre la nueva temporada.
Curtido en la comedia, Sudeikis fue miembro del elenco de Saturday Night Live desde 2006 hasta 2013. En el cine ha protagonizado taquillazos como Somos los Miller y Cómo acabar con tu jefe. A su actual personaje, lo describe como una amalgama de referentes. Con su llamativo bigote, su peculiar forma de hablar y su aluvión de referencias a la cultura pop —en ocasiones, algo desfasadas—, el intérprete menciona entre su inspiración para el personaje a su propio padre (“el parloteo y el bigote son claramente de él; aunque mi padre ya se afeitó, tuvo bigote como tantos hombres estadounidenses en los ochenta”) y el entrenador de baloncesto de su instituto, Donnie Campbell (“podía citar desde al legendario entrenador de baloncesto universitario John Wooden hasta frases cosecha de la casa”).
Pero lo que realmente llama la atención de Ted Lasso, lo que convierte la serie y el personaje en algo contra corriente, es su ausencia de cinismo en una televisión en la que, hasta hace poco, el aplauso estaba reservado a los antihéroes, seres que tomaban la peor de las decisiones posibles a cada paso. “No queríamos navegar en el cinismo y el sarcasmo y usarlos como divisas para convertirlos en risas”, reflexiona Sudeikis. “Hay una cita de Mark Twain que dice que la vida de cada persona es una comedia, una tragedia y un drama. En cuestión de un minuto puedes recibir tres mensajes y que uno sea algo divertido, otro triste y otro puede ser que tu casa está en llamas o que tu perro ha muerto. Y luego que tu amigo te envíe un meme. Y todo ocurre a la vez en tu teléfono. Es difícil saber por qué la gente ha conectado con la serie. Ha sido algo puro a lo que la gente ha respondido. Pienso que es lo más parecido a un compositor que escribe una canción en su diario y, equis años después, está delante de un micrófono en el Madison Square Garden y todo el público la canta esa canción con él. El hecho de que la gente haya encontrado elementos de ellos mismos en cualquiera de estos personajes y en estas historias es por lo que trabajamos. Dejamos espacio a la gente para sentirse vistos y oídos”.
Aunque no sea un fanático del fútbol, Sudeikis sí ha demostrado el suficiente interés por el deporte como para seguir lo acontecido durante la Eurocopa. En la presentación de la segunda temporada de la serie, vistió una sudadera que apoyaba a los jugadores británicos que sufrieron ataques racistas tras la derrota de su equipo en la final. “Solo sé un poco más de fútbol que Ted. Pero en estos años me he ido enganchando. Me encanta su cultura y la filosofía que tiene detrás. Durante la pandemia en un juego en línea creamos el equipo AFC Richmond para jugar partidos. Fue como nuestra noche de póker, una forma de mantenernos conectados”. Quizá no anda tan desencaminado Dani Rojas, uno de los jugadores de este equipo de ficción, cuando grita que “el fútbol es vida”.
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