Jimmy Butler, MVP de las Finales del Este, cumple su profecía: "Vamos a conseguirlo"

“Teníamos suficiente, tenemos suficiente”. Eran las palabras de Jimmy Butler hace un año en el mismo escenario y sirven para ilustrar quienes son los Miami Heat que alcanzan las Finales de la NBA y se citan la madrugada del viernes en España (02:30h) con los Denver Nuggets. Acababan de perder en casa, también contra los Boston Celtics, la posibilidad de luchar por el anillo en 2022. Él mismo avisó, sin pestañear, que estarían de nuevo batallando por el objetivo en 2023. “El año que viene tendremos suficiente y vamos a estar en la misma situación, y vamos a conseguirlo“, decía. Anoche, su profecía se cumplió con una magnífica victoria por 84-103 en el TD Garden de Boston.

Con 28 puntos, 7 rebotes, 6 asistencias y 3 robos (12-28 TC; 3-7 3P) en 43 minutos de juego, Butler lideró la anotación del séptimo partido y levantó el MVP de las Finales de la Conferencia Este entre los vítores de sus compañeros, sus grandes compañeros de viaje. “Son ellos la razón por la que ganamos partidos”, apuntaba tras levantar un galardón que para nada sacia su sed de victoria. “Nos hemos mantenido unidos, sabíamos que tocaba un partido difícil fuera de casa. Pero no estamos satisfechos, queremos más. Nos quedan cuatro victorias”, añadió pensando ya en Nikola Jokic y compañía.

Preguntado sobre su profecía del año pasado, Butler habló de la confianza en sí mismo y el grupo, además de destacar también el papel de una organización con una cultura muy definida. “Tengo mucha fe en mí mismo y en este grupo de personas. El equipo del entrenador Spo, veo como todos trabajan cada día. Sé lo buenos que somos y confío mucho en nosotros”, reflexionó sobre su intuición de que volverían a verse en las mismas este año.

Los Heat cayeron en Miami el curso pasado en el séptimo partido contra los Celtics por 96-100. Esa derrota escoció pero no cambió loas planes de una franquicia que ha confiado prácticamente en el mismo grupo que les llevó tan lejos el año pasado. A pesar de vivir una temporada irregular y un traspié descorazonador en el primer asalto del play-in, los floridenses siempre encontraron en el momento necesario su tremendo espíritu competitivo, superando por el camino obstáculos de primera categoría.

“Nadie nos eligió como ganadores el año pasado, ¿y qué más da?”, aseguraba el ’22’ de Miami antes de caer contra los Atlanta Hawks en la lucha por la séptima plaza. “Este año nadie nos elige para ganar, y sigue sin importarme”, añadía. Los Heat, a pesar del mazazo, derrotaron a los Chicago Bulls para acceder a los playoffs in extremis y empezar a tapar bocas.

Como octavos clasificados, se cargaron a los Milwaukee Bucks, el mejor equipo del curso y hogar de un coloso como Giannis Antetokounmpo por 4-1. Luego pasaron por encima de los New York Knicks (4-1), y contra los Celtics supieron resistir el peso de la historia cuando su rival forzó el séptimo a pesar de caer en un 0-3 que todavía nadie ha remontado en toda la historia (151 ocasiones). Con su pase a las Finales de la NBA por 3-4, los floridenses ganan por primera vez lejos de casa en un Game 7 y se convierten en el segundo octavo clasificado de la historia en jugar la eliminatoria por el título después de los Knicks de 1999.

“No se puede cuantificar la confianza que insufla Jimmy. Él nunca debe ni deberá pedir perdón por un mal día. Es un competidor muy intenso, y no es para cualquiera, pero para nosotros funciona”, le elogió Erik Spoelstra, su entrenador. “Es un tipo especial. Puede jugar en ambos lados, todo el partido. Es duro, es batallador, pero a la vez puede sacar su lado más fino cuando toca”, agregaba el técnico. El alero promedió 24,7 puntos, 7,6 rebotes y 6,1 asistencias en 39,8 minutos de juego (42% TC; 34,8% 3P) en la preciosa eliminatoria contra los Celtics.

Como bien comentó Butler, el secreto de los Heat fue todo colectivo. Él puso el corazón y reforzó el espíritu de la plantilla en los peores momentos, como ha hecho siempre. Luego aparecieron los héroes inesperados. Gabe Vincent en varias ocasiones, Caleb Martin en casi todas, especialmente anoche con 26 puntos que son su mejor marca personal en unos playoffs. La defensa de Bam Adebayo, la puntería de especialistas como Duncan Robinson y la experiencia de tipos como Kyle Lowry y Kevin Love también han sido esenciales para explicar este triunfo que les lleva a sus segundas Finales de la NBA en cuatro temporadas -perdieron las de 2020 contra los Lakers en la burbuja-. La capacidad de lucha y resistencia de Miami promete, en definitiva, emociones fuertes para lo poco que resta de curso. Será intenso.




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