Buenas noticias para la Familia Real Danesa. El príncipe Joaquín ya ha recibido el alta después de unos días ingresado en el Hospital Universitario de Toulouse, donde fue trasladado y operado de urgencia la pasada semana tras sufrir un ictus en su residencia veraniega.
Tal como han confirmado fuentes oficiales, el hijo menor de la reina Margarita abandonó el centro hospitalario la tarde del lunes tres de agosto, aunque no ha sido hasta ahora cuando se ha confirmado la noticia. Una decisión que viene probablemente motivada porque Su Alteza Real necesita tranquilidad, y por eso ha evitado llamar la atención de los medios.
Según el comunicado que ha distribuido el departamento de prensa de palacio, los médicos consideran que el Príncipe ha experimentado una mejoría más que notable tras la cirugía a la que se le sometió para disolver un coágulo de sangre en el cerebro. No obstante, recomiendan que lleve una vida lo más tranquila y sosegada posible las próximas semanas, algo que no le resultará difícil dado el idílico entorno que supone el Castillo de Cayx, residencia en la que se encontraba cuando sufrió el accidente cerebrovascular, apenas dos horas después de ofrecer una entrevista a la prensa.
El trombo se produjo debido a la disección repentina de una arteria, lo que hace que el riesgo de recaída sea leve, aseguraron los médicos hace unos días. A tenor de esta circunstancia, todo apunta a que el Príncipe podrá incorporarse a su nuevo puesto como agregado militar de la embajada danesa en París el próximo mes de septiembre, tras unas semanas de descanso y recuperación.
Tanto el Príncipe como su esposa se encuentran muy agradecidos a las numerosas muestras de cariño que han recibido en los últimos días, así como a la atención por parte del personal del centro hospitalario.
Los últimos meses han sido bastante convulsos para Joaquín y su familia. En marzo tuvieron que abandonar de manera repentina París y volver a Dinamarca en plena pandemia para ingresar a su hijo Henrik, aquejado de problemas respiratorios que finalmente no tenían nada que ver con coronavirus. Tras varias semanas en Copenhague, la familia pudo regresar a Francia, lugar de su residencia habitual, donde ha podido disfrutar de unos días de tranquilidad hasta que Joaquín ha sufrido el ictus que, finalmente, ha tenido una evolución favorable.