Joe Biden: “Estamos en guerra con el virus, no unos contra otros”


El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, se ha dirigido este miércoles a la nación, en la víspera de Acción de Gracias, en un mensaje en el que pidió responsabilidad a las familias para que, en la gran celebración en la que se reúnen tradicionalmente en los hogares varias generaciones de estadounidenses, no se produzca un repunte de contagios de covid. Ha sido un momento cargado de importancia. No tanto por el contenido del mensaje, sino por el simbolismo. Con la transición de poder ya en marcha, se ha tratado del primer discurso verdaderamente presidencial de Joe Biden.

El presidente electo ha hablado directamente a cámara. Lo ha hecho desde Wilmington (Delaware). “Nos enfrentamos otra vez a un invierno largo y duro”, ha advertido Biden, que ha remarcado las casi 260.000 muertes que la pandemia se ha cobrado ya en Estados Unidos. “Nos ha dividido, enfrentado unos a otros. Pero debemos recordar que estamos en guerra contra el virus, no unos contra otros. Estamos en esto juntos, y tenemos meses aun de esta batalla por delante”.

Golpeado reiteradamente por la desgracia en su familia, Biden ha tenido un especial recuerdo para aquellas que han perdido a algunos de sus seres queridos durante la pandemia. “Recuerdo mi primer día de Acción de Gracias con la silla vacía”, ha dicho, en referencia a la muerte de su hijo en 2015. “Es difícil dar gracias, mirar hacia delante. Rezaré por vosotros. Os entiendo, porque hemos estado ahí”, ha declarado Biden, que también perdió a su mujer y una hija en un accidente de tráfico 1972.

Ha asegurado que su familia tiene la costumbre de viajar y reunirse en el día de Acción de Gracias, pero que este año lo celebrarán “separados en pequeños grupos”. “Sé lo difícil que es”, ha explicado, “pero es muy importante, porque nuestro país está en medio de un dramático repunte en los casos”.

El martes se registraron 2.216 muertes en Estados Unidos, la cifra diaria más alta desde mayo. El número de confirmados en el país ha superado ya los 12,5 millones, y el número de fallecidos se aproxima a los 260.000. Por primera vez desde que empezó la crisis sanitaria en primavera, se han registrado en el país más de un millón de casos durante dos semanas consecutivas. Por todo ello, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades han pedido a las familias contención en las celebraciones, y que las reuniones familiares se reduzcan al mínimo o se realicen de manera telemática.

Lo mismo ha defendido el presidente electo, apelando a lo que ha llamado “un deber patriótico como estadounidenses”. “Lo que pedimos no son declaraciones políticas”, ha dicho, “está basado en la ciencia, en la ciencia real”.

Ha prometido que su Administración dará pasos “desde el día 1” para “cambiar el curso de esta enfermedad”. “El Gobierno federal tiene muchos poderes, y los emplearé”, ha asegurado. “Pero el Gobierno federal no puede hacer esto solo. Cada uno de nosotros tiene responsabilidad en sus vidas privadas”.

Biden ha querido terminar con un mensaje de optimismo y ha celebrado las buenas noticias sobre las vacunas. Esta crisis, ha dicho, “no durará para siempre”. “Ha sido un año duro, pero creo que tenemos mucho por lo que estar agradecidos. Hay mucho sobre lo que construir, mucho por lo que soñar”, ha concluido. “Soy optimista sobre el futuro. El siglo XXI será un siglo estadounidense”.

Con su discurso, el presidente electo ha buscado cubrir el vacío de liderazgo que está dejando en la respuesta a la pandemia el presidente Donald Trump, que en las últimas dos semanas parece estar ignorando la inquietante escalada de la crisis sanitaria. Las acusaciones infundadas de fraude electoral monopolizan la actividad en Twitter del presidente republicano (“¡Elección amañada!”, tuiteó ayer), quien apenas ha aparecido en público desde las elecciones. El martes compareció, de manera insólitamente breve y sin aceptar preguntas, para celebrar las recientes buenas noticias sobre las vacunas y las subidas en Wall Street. Ignoró también la crisis en el tradicional ritual del indulto al pavo en la Casa Blanca. Este mismo miércoles, el presidente tenía previsto viajar a Pensilvania, a reunirse con legisladores estatales republicanos para debatir alegaciones de supuestas irregularidades en la elección, pero canceló abruptamente el viaje.

El pasado lunes, la Administración Trump informó al equipo de Biden de que estaba ya dispuesta a iniciar la transición del poder, bloqueada por el presidente saliente. Trump sigue sin admitir su derrota en las elecciones del pasado 3 de noviembre, que perdió por un margen contundente. A pesar del bloqueo, Biden procedió con el diseño del equipo que dirigirá el país a partir del próximo 20 de enero. Tras anunciar los seis nombres que estarán al mando de la seguridad nacional y la política exterior, se esperan en los próximos días más cargos que completarán su gabinete, entre ellos los de las personas que se pondrán al frente del Pentágono y de la Fiscalía General. También se espera que la próxima semana, después de la festividad de Acción de Gracias, el presidente electo anuncie quien se pondrá al frente de la secretaría de Sanidad.

Planes de indultar a Flynn

El presidente Trump ha contado a sus asesores, según adelantó la web de noticias Axios, que planea aprovechar sus últimas semanas en la Casa Blanca para indultar a su exsecretario de Seguridad Nacional Michael Flynn. Conceder indultos en los compases finales de sus mandatos es una práctica habitual entre los presidentes estadounidenses.

Ex teniente general, Flynn sirvió como el primer y efímero consejero de Seguridad Nacional de Trump durante 24 días, antes de dimitir a instancias del presidente por haber engañado sobre sus comunicaciones con diplomáticos rusos durante la anterior transición de poder en la Casa Blanca. Se declaró dos veces culpable de mentir al FBI sobre dichos contactos. El pasado mes de mayo, Flynn cambio de estrategia legal y quiso retirar sus confesiones de culpabilidad alegando que el FBI le tendió una trampa. El Departamento de Justicia intentó retirar los cargos contra él, pero el juez federal encargado del caso se resistió, y aún tienen que pronunciarse sobre la moción.

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