Con solo 17 años, Sarahí ya celebra dos grandes logros en su vida: graduarse de secundaria y poder finalmente darle a conocer al mundo quién es en realidad.
Sarahí asegura que desde temprana edad se hacía la misma pregunta una y otra vez.
“Me dolía o tal vez más me molestaba, me incomodaba, era como ay Sarahí, ¿le gustan los niños o las niñas?, o ¿quieres ser niña o quieres ser niño?”, explicó la madre, Cinthia.
Esa inquietud la intuyó su madre cuando empezó a notar algo diferente a la edad de 7 años porque a Sarahí le gustaba llevar el cabello corto.
“Y en una época pensé, si mi hija es lesbiana, que sea lesbiana, yo puedo aceptar eso”, aseguró Cinthia.
Sin embargo, el camino de Sarahí sería más profundo y aunque cuando cumplió 15 años llevó vestido largo, collar y tiara, tiempo después sorprendió a su mamá diciéndole que quería tomar testosterona.
“No quería tener sus pechos, no quería tener la regla”, explicó Cinthia.
Durante ese proceso de autodescubrimiento, Sarahí decidió operarse para no tener senos.
“Me fijé en el sexto grado que estaban creciendo y desde eso no me gustaban, me estorbaban más que todo”, afirmó Sarahí.
Cinthia y su familia han apoyado incondicionalmente a Sarahí en este proceso como una muestra de amor.
Por esa razón, durante la celebración de su graduación, Sarahí sorprendió a sus invitados diciéndoles que su género es no binario.
Jannicet Gutiérrez decidió no asistir a la gala y en su lugar envió un mensaje al presidente para que libere a las personas transgénero, con VIH u otra condición médica de los centros de detención de ICE.
“No se siente completamente femenina o masculino, o a veces sí, a veces no”, indicó la madre de quien no descarta volver a ponerse un vestido ni le importa seguir llamándose Sarahí.
“Para mí yo soy más masculino, pero hay cosas femeninas que hago”, expresó Sarahí.
En cuanto a su orientación sexual, es pansexual, es decir, se puede enamorar de cualquier persona sin importar su género, un descubrimiento del que quieren hablar abiertamente para que el camino de otros sea más fácil.
“Amarme a mí misma primero sin importar si era más femenina, o más masculino”, aseguró Sarahí.
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