Kepa no se quita el cartel de condenado

by

in



Kepa Arrizabalaga lleva el cartel de condenado colgando de su cuello de cisne. Al portero internacional español del Chelsea se le nota en los gestos, en la mirada angustiada, en las vacilaciones cuando los equipos rivales se despliegan alrededor de su portería y debe decidir si dar un paso, dos pasos, tres pasos, a la derecha, a la izquierda, adelante, atrás, o quedarse quieto. Cada parada es una cadena de acciones preparatorias previas. Un hilo de observaciones y juicios instantáneos difícil de cortar sin exponer al portero al desastre. Pero los tiovivos de cada partido se aceleran alrededor de Kepa y él los contempla como si tardara en decidir a qué caballo subirse.El miércoles encajó su gol número 47 en 33 partidos y se quedó a dos goles de batir el récord de Dimitri Jarin, el portero más goleado del Chelsea en una sola campaña. Jarim, que sufrió 48 goles en 40 partidos la temporada 1993-94, aun puede presumir de una cosa: recibió 1,2 goles de media por encuentro, algo menos que el español, cuya media se profundiza: 1,4.Sucedió durante la visita del Chelsea a Anfield y el coro sórdido de las redes sociales le señaló como al culpable máximo según Keita, Alexander-Arnold, Wijnaldun, Firmino y Oxlade-Chamberlain sacudían la red de su portería camino del 5-3 definitivo.Sin reparar en los graves desajustes de la defensa visitante, el público se fijó en la diana más llamativa. La que ofrece el guardameta español de 25 años desde que su jefe, el venerado Frank Lampard, hizo aquello que ha bastado para destrozar la carrera de tantos jóvenes porteros. El 1 de febrero, tras constatar un error de Kepa en el empate (2-2) contra un Arsenal reducido a diez hombres en Stamford Bridge, el entrenador inglés más respetado de la Premier mandó al muchacho al banquillo. Frente al Leicester jugó Willy Caballero, cuya presencia en el Chelsea, a sus 39 años, resulta tan enigmática para los hinchas como para él mismo.Los futbolistas viven de la confianza en sí mismos. El adagio vale menos para los jugadores de campo que para los porteros. Especialmente para los jóvenes, que solo pueden cimentar su agudeza mental con el hábito de la seguridad. Pocos porteros alcanzan su madurez antes de los 25 años, el periodo más delicado de su formación. Kepa tenía 23 cuando el Chelsea le convirtió en el arquero más caro de la historia al ficharle por 80 millones de euros, hace dos temporadas. Fue la clase de precio que se paga por una figura consolidada o por una apuesta firme. Alguien que gozará del respaldo incuestionable de su entrenador. Esto fue exactamente lo que le negó Lampard en plena competición, cuando le arrebató el puesto para dárselo a un compañero que exhibe todos los problemas que suelen lastrar a los porteros cuando están a punto de retirarse.Caballero jugó cuatro partidos de Premier, ganó uno, perdió otro y empató dos. Por el camino encajó siete goles y convenció a Lampard de que el argentino tampoco le garantizaba nada. A finales de febrero el técnico volvió a poner a Kepa bajo los palos. Le pidió una “reacción”. Kepa hizo el esfuerzo. Pero ya llevaba el cartel de condenado. Los medios de comunicación ingleses informando de la terna —Oblak, Dean Henderson y Onana— que dentro de un mes podrían ocupar el puesto vacante.El club busca heredero para el cargo que fue de Cech y Courtois pero no solo afronta un problema bajo palos. Con 54 goles en contra, el Chelsea es el equipo más goleado de la mitad alta de la tabla. Una señal apremiante cuando se juega el cuarto puesto que da acceso a la Champions en la última jornada del campeonato, el próximo domingo ante el Wolves. Si empata o pierde, el Leicester puede darle el zarpazo. “Está en nuestras manos”, dijo Lampard tras el 5-3. También estará en las manos de Kepa, si es que no le quita antes.


Source link