El Chelsea fichó a Kepa Arrizabalaga en 2018 por 80 millones. El club londinense veía al arquero español como su guardián para las próximas diez temporadas. La apuesta fue importante y el rendimiento del ex-jugador de Athletic, Valladolid y Ponferradina fue irregular en sus inicios.
Frank Lampard, entrenador del Chelsea desde principio de la temporada 19-20 y hasta finales de la 20-21, en el mercado de verano de 2020, pidió el fichaje de un portero. Llegó Édouard Mendy, que se hizo rápidamente con un puesto en el once. La situación de Kepa era delicada. No tenía la confianza del entrenador, era suplente y las pocas veces que jugaba mostraba una gran desconfianza bajo palos. Sin duda, uno de los peores momentos de su carrera deportiva. En Inglaterra le llovían las críticas y los memes. La situación acabó costándole el puesto en la selección española, en la que partía con ventaja en la titularidad respecto al resto.
Como siempre en la vida, al final del túnel suele haber algo de luz. Y la luz tenía nombre y apellido: Thomas Tuchel, que cogió el cargo de entrenador del Chelsea a principios de 2021. Con el míster alemán, Mendy siguió siendo titular y Kepa suplente. No obstante, el técnico le fue dando algún que otro partido al español y poco a poco fue trabajando en su confianza. Cada vez que salía su nivel era mejor y mejor, se veían atisbos del Portero por el que se pagaron 80M. Aunque seguía siendo suplente claro. El tiempo iba pasando y la posibilidad de ir al mundial se alejaba.
El mercado de fichajes de 2022 parecía el último tren para intentar agarrarse a la cita mundialista. El Napoli mostró interés y el acuerdo estuvo cerca, pero al final no se dio. Kepa se quedó en Londres y el mundial parecía imposible. A pesar de haber recuperado sensaciones y tener la confianza del entrenador, Mendy seguía por delante.
Aún así el cancerbero había recuperado la autoestima y la fe en su juego. Dicen los que le conocen, que estaba trabajando como un animal y que iba a estar preparado en cuanto le necesitaran. Y así ha sido.
A principios de Septiembre, su aventura en el Chelsea iba a cambiar para siempre. El club despidió a Tuchel, al que siempre le estará agradecido, llegó Graham Potter y Mendy estaba lesionado. Tenía la oportunidad de empezar desde cero, con un nuevo coach y de titular. Kepa estaba ante su última posibilidad de triunfar con el conjunto ‘blue’. El Mundial ya ni siquiera era una prioridad, era un sueño lejano, casi imposible. Lo importante era jugar con regularidad y hacerlo a buen nivel. Lo que nadie se podía imaginar es que de la noche a la mañana, sus paradas pudieran estar a la altura de las de los mejores porteros del mundo. Lleva dos meses siendo el mejor del equipo. Imponente por arriba, de diez con los pies, felino bajo palos y con un lenguaje corporal que desborda confianza por todas partes. Lo que un día eran risas, ahora son aplausos y reconocimiento. Stamford Bridge tiene nuevo ídolo.
En menos de un mes el mundial ya habrá empezado y parece ser que lo hará sin Kepa en los planes de Luís Enrique, pero el de Ondárroa está apurando sus posibilidades. Tanto es así que por estado de forma y calidad merece ser titular. Es el mejor portero español del momento. Sus actuaciones están dando la vuelta al mundo y los delanteros rivales ven la portería minúscula cuando está bajo palos.
Pase lo que pase, Kepa ha vuelto y los ‘Keparadones’ están de moda.