Kim Jong-un se disculpa por la muerte de un funcionario surcoreano a manos de su Ejército


El Ministerio de Defensa surcoreano ha informado este lunes de que Corea del Norte ha ejecutado a un funcionario de 47 años que había desaparecido el pasado lunes. El hombre, empleado del Ministerio de Pesca, fue visto por última vez a bordo de un buque oficial cerca de la frontera marítima entre los dos países, en la disputada Línea Límite Norte (LLN), y aparentemente tenía intención de desertar al Norte. Corea del Sur ha condenado lo sucedido y ha urgido al régimen a dar explicaciones sobre el caso, el cual añade aún más tensión a una relación bilateral que atraviesa un momento delicado.

Ahn Young-ho, responsable de operaciones del Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, ha detallado hoy en rueda de prensa que se cree que el individuo saltó al mar desde cubierta con el objetivo de desertar al Norte. Y previsiblemente, las fuerzas del país vecino “hallaron al hombre en sus aguas y cometieron un acto brutal al dispararle e incinerar su cuerpo”, ha explicado el Ministerio en un comunicado.

De acuerdo al relato de los hechos ofrecido por el JCS, los militares norcoreanos divisaron al hombre un día después, a primera hora de la tarde del martes, cerca del cabo Deungsan, más de tres kilómetros dentro de sus aguas territoriales. El individuo flotaba gracias a un chaleco salvavidas y se aferraba a un objeto no identificado. Los marineros se aproximaron a él, protegidos con máscaras antigás, y durante seis horas le interrogaron sin rescatarle. A primera hora de la noche le ejecutaron, rociaron su cuerpo con gasolina y le prendieron fuego. Las llamas fueron captadas por un equipo de vigilancia surcoreano posicionado en una isla cercana.

“Nuestro ejército condena con firmeza este acto brutal y urge enérgicamente al Norte a proporcionar una explicación y castigar a los culpables”, rezaba el comunicado compartido por Defensa. También el presidente, Moon Jae-in, se ha manifestado al respecto y ha calificado el caso de un “traumático incidente que no debe tolerarse bajo ningún concepto”. “Las autoridades norcoreanas deben tomar medidas responsables”, ha añadido en rueda de prensa el portavoz de la Casa Azul, Kang Min-seok, al tiempo que apremiaba a las fuerzas armadas a fortalecer sus posiciones para proteger las vidas de los ciudadanos del país.

El JCS ha apuntado que esta reacción podría explicarse como parte del protocolo del régimen ante la expansión del coronavirus. Corea del Norte ha realizado grandes esfuerzos para luchar contra la pandemia, pese a que afirma no haber registrado ni un solo positivo hasta la fecha. En enero, el país cerró sus fronteras con China y, en julio, declaró el estado de alerta máxima. A principios de este mes, el comandante general de las tropas estadounidenses estacionadas en Corea, Robert Abrams, afirmó que Pyonyang habría movilizado efectivos hasta la frontera con órdenes de disparar a cualquier persona que intentara atravesarla. A finales de julio se rumoreó con que un infectado podría haber accedido a nado desde el Sur, aunque las autoridades sanitarias del país aseguraron que su nombre no constaba entre la lista de casos detectados.

Seúl ha intentado ponerse en contacto con Pyongang, de momento sin éxito, para pedir explicaciones sobre lo sucedido. Este caso agrava las tensiones entre los países vecinos, las cuales repuntaron en 2018 hasta el punto de que sus deportistas compitieron en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Pieonchang ese año bajo la bandera de la península unificada. Los lazos se sumieron desde entonces en una espiral negativa, la cual tocó techo en junio de este año cuando el Norte cortó toda comunicación y acto seguido dinamitó la oficina de relaciones con el Sur erigida en su territorio apenas dos años antes.

Es la primera vez que un civil surcoreano fallece a manos del Ejército de Corea de Norte desde que en noviembre de 2010 el régimen bombardeara la isla de Yeonpyeong, causando la muerte de dos de sus habitantes. Antes, en julio de 2008, un soldado había matado a tiros a una turista del Sur que realizaba una visita al complejo turístico del monte Kumgang después de que, presuntamente, esta se adentrara en una zona militar restringida.


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