“La afición de Mendi es un gran ejemplo”, afirma Mané

Mané, además de salvar al Athletic y de pasar por otros banquillos de Primera, hizo una gran labor durante su etapa en el Alavés. En plena celebración del Centenario del club babazorro, aquella inolvidable final de la UEFA frente al Liverpool de 2001 permanece fresca en la memoria de cualquier buen aficionado al fútbol. El técnico encartado habla de todo ello y de los equipos vascos con MD.

¿Cómo ve al Alavés actual?

Atravesando una situación como la que están pasando muchos otros. En el Alavés las aspiraciones son conservar la categoría y poner difícil cada partido, y eso se está consiguiendo. En otros clubes hablan de potenciar el fútbol base, la formación, en otros años quisieron poner como satélites equipos filiales en el extranjero… No sé si eso está consolidado o no. Trabajan cada año para con su presupuesto tratar de mantener la categoría.

Año del Centenario del Alavés. ¿Qué recuerda de su paso por el banquillo babazorro?

Me tocó vivir una época muy bonita e ilusionante. Bastante satisfecho de aquella época.

¿La final de la UEFA frente al Liverpool es su gran hito como entrenador del Alavés?

En lo deportivo la cumbre es esa, pero fundamentalmente fue consolidar al Alavés desde el punto de vista de aficionado, del socio que volvió otra vez a las gradas, que estuvo con el equipo. Y ese fue un trabajo que se está recogiendo ahora. Detrás de nuestra época vino la de Piterman y allí hubo un derribo. Un traspaso de manos de poder, echaron una mano las instituciones locales y provinciales y ahora están en manos privadas, pero en unas manos que quieren el club.

¡Notable diferencia!

Sí, porque no parece que su intención sea saquear. Están para contribuir a que la gente se lo pase bien y a cuidar una entidad que es muy representativa para el fútbol alavés.

La verdad es que el ambiente que se respira en Mendizorrotza, antes de esta pandemia claro está, es envidiable.

Ha sido una de las cosas más importantes que se ha logrado. Un ejemplo para un montón de equipos de poder proyectar una grada de animación con cierto respeto, sin faltar, sin ser extremos y muy vinculados con el equipo. Es un gran ejemplo.

Ahora el entrenador es un cargo intermedio y poco valorado en la mayoría de los casos

El Alavés, por cierto, también parece tener muy clara su idea respecto a los entrenadores. Si los resultados no acompañan, no dudan en cambiar de técnico.

Esta es la parte fea, que no me gusta casi ni comentarla porque trato de ser solidario con los que tienen la misma profesión que yo he ejercido y sé cómo es el funcionamiento.

¿Tanto ha cambiado ?

Ha cambiado muchísimo. Antes el liderazgo del aspecto deportivo estaba muy vinculado al entrenador, al mensaje que se mandaba a la afición y a las posibilidades del propio equipo con las aspiraciones conscientes de cada uno. Ahora el entrenador es un cargo intermedio y poco valorado en la mayoría de los casos.

El llamado cuerpo técnico, además, engloba ya a un variado tipo de profesionales específicos en diferentes áreas…

Eso representa (se anticipa) cómo tiene que ser tu liderazgo: consultivo, delegativo, situacional… Un liderazgo de obediencia de vida. Y eso también lo sabe el futbolista porque cobra mucho más que el entrenador y tiene resortes para saltarse las directrices que puede marcar el propio entrenador, salvo casos excepcionales en los cuales el liderazgo del entrenador viene dado porque ha sido un gran futbolista y ha tenido un criterio muy fiel en cada una de las plantillas grandes que ha tenido. Eso, en cualquier caso, solo lo tienen tres o cuatro nada más, el resto están subordinados.

El Eibar es un ejemplo de cómo hay que hacer las cosas. Ahí hay una comunión interesante entre la dirección técnica y la junta directiva

Cambiemos de asunto.¿Qué le parece la temporada que está haciendo la Real?

Están en inercia positiva. Cualquier chaval que sale lo hace de cine, cualquiera. También ha pasado, eso sí, por la Segunda División, por lo que no vamos a poner ahí ningún espejo (habla desde la perspectiva Athletic) porque encima ficha en toda España y ficha extranjeros. Si nos fijamos en eso, estamos equivocando el foco. Nuestro mercado es el que es y desde el momento en que se globalizó el fútbol tenemos un gran problema.

¿Un gran problema?

Sí, un gran problema porque encima no somos supermillonarios y otros vienen en un momento determinado y te llevan a los buenos. Menos mal que son porteros (bromea) y todos parecidos.

¿Y la situación del Eibar?

El Eibar es un ejemplo de cómo hay que hacer las cosas. Ahí hay una comunión interesante entre la dirección técnica y la junta directiva. Han pasado momentos difíciles, han arropado, han hecho lo que debían, han reflotado el equipo en momentos muy puntuales y sin mucho ruido. La exigencia siempre es la misma y con un discurso muy claro, muy correcto. Es de admirar para mí.


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