La agenda ultraconservadora se abre paso en México


Manifestación feminista de estudiantes, este viernes en la Gran Vía de Madrid.Samuel Sánchez El grito resonó en la calle de Alcalá de Madrid. Por el altavoz, una de las organizadoras acababa de pedir “un rugido contra Vox”. Era el final de una manifestación que había comenzado dos horas antes en la Puerta del Sol contra “la violencia machista, la justicia patriarcal y la ofensiva que la extrema derecha y sus aliados han lanzado contra las mujeres y el colectivo LGTBI”, en una jornada de “huelga general estudiantil feminista y antifascista” convocada por el Sindicato de Estudiantes. Ha habido movilizaciones en 40 ciudades. En Madrid, la protesta ha terminado con una sentada frente al Ministerio de Igualdad: reclamando una asignatura de educación sexual, obligatoria y evaluable, “contra el veto parental”, una medida por la cual se implanta el control de los padres sobre el contenido extracurricular que imparten profesores ajenos al centro, como por ejemplo, charlas de educación sexual o sobre el colectivo LGTBI.Las manifestaciones más numerosas se han celebrado en Madrid —donde la Delegación del Gobierno ha cifrado en 3.000 los asistentes y los organizadores, en más de 15.000— y en Barcelona —donde la Guardia Urbana ha informado de 4.000 participantes y el sindicato, de 30.000—. La mayoría eran mujeres. Los convocantes hablaron de “más de 100.000” asistentes a la protesta en ciudades a lo largo del país. Como Murcia, donde el veto parental ya es una realidad y salieron a la calle unos dos centenares de personas. La organización estima que dos millones de estudiantes hicieron huelga, con un 80% de seguimiento en institutos. En Madrid, la Consejería de Educación no ofrece datos en huelgas estudiantiles. En Cataluña, el Departamento de Enseñanza calcula un 40,48%. El sindicato reclama una asignatura de educación sexual, obligatoria y evaluable, que se recoja en las normativas de los institutos el respeto a la libertad sexual y a que los estudiantes elijan cómo vestir, el fin de las subvenciones a la concertada, además de que se acabe con el veto parental. “Este último es solo un ejemplo de lo que nos tienen preparado, que es hacer de la educación su plataforma política e ideológica. No lo vamos a permitir”, ha explicado este viernes Carol Latorre, secretaria general del Sindicato de Estudiantes. “La ultraderecha es una amenaza muy seria y responderemos en la calle”, decía. Y ha insistido en que la movilización de este viernes es el pistoletazo de salida de la manifestación del 8 de marzo. “Ahora que mujeres del PP y Ciudadanos han vuelto a decir de repente que vuelven a ser feministas, o muchas de ellas participarán en la protesta del 8-M, aprovechamos esta manifestación para decirles, por muy mujeres que sean, que aquellas que fomentan el machismo, la homofobia y condenan a mujeres a desahucios, trabajos basura y precariedad no son nuestras aliadas y no son bienvenidas”, ha afirmado Latorre.La protesta estaba convocada además por la plataforma feminista Libres y Combativas, que lanza un mensaje al Gobierno de coalición y a Unidas Podemos, a través de su portavoz Ana García: “Ahora que son ministras, que lleven a cabo las reivindicaciones de la calle. Esto exige confrontar a quienes nos oprimen, a la Iglesia, a los banqueros…”En primera fila, la pancarta rezaba: Educación sexual inclusiva y en libertad. Fuera el machismo de nuestras aulas. Contra la violencia machista y la educación franquista. No pasarán. Una de las que sostenía el cartel en Madrid era Alba Sánchez. 17 años. Labios pintados de lila. Pendientes con el símbolo femenino. “Lucho por nuestros derechos, por que haya más educación sexual y por que no me opriman”, explicaba esta joven. Laura García, de 18 años, decía “basta” a la violencia. Y remataba: “Estoy aquí porque necesitamos igualdad. Si hay que conseguirlo gritando, lo haremos”. Con información de Virginia Vadillo.

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