La primera parte del partido entre el Getafe y el
Atlético de Madrid acabó con una jugada un tanto surrealista que encendió los ánimos del equipo colchonero.
Un disparo del cuadro azulón que Oblak no pudo atajar acabó con una absurda caída de Maksimovic, sin que el esloveno le tocase (no estuvo ni cerca) para intentar engañar al árbitro.
La jugada prosiguió con un centro del balcánico que remató de media chilena el Chucho Hernández. Acto seguido, los jugadores colchoneros le pidieron explicaciones a José María Sánchez Martínez, colegiado del choque, porque era evidente que el jugador del Getafe había intentado simular.
El murciano, en vez de mostrar tarjeta al azulón, amonestaba a José María Giménez por sus quejas y sólo recriminaba al jugador local, de forma verbal. Una jugada que encendía los ánimos en la recta final. Acto seguido, Savic veía otra amarilla por una entrada a Cucurella. Y la primera mitad se terminaba con una conversación de Koke con el colegiado, quejándose por lo sucedido, visiblemente molesto, mientras que Simeone también se quejaba en la banda al cuarto colegiado.
Durante la primera mitad hubo algunas interpretaciones en las que el Atlético no estuvo de acuerdo con el colegiado. No fue la única rareza del partido en este sentido. En la segunda mitad, Hermoso veía una tarjeta cuando ya estaba en el banquillo.
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