La autoayuda explota en pandemia

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En la Feria del libro de Madrid estas semanas andan por una parte los escritores con su más o menos desigual número de lectores y luego, detrás de las colas, autores que, con menos ruido, venden cientos de miles de ejemplares. Los editores los consideran algo así como los superventas silenciosos. Muchos de ellos suelen dedicarse a un género que ha explotado su previa tendencia al alza en pandemia. La autoayuda ha aumentado más de un 40% sus ventas durante los meses de cautela, encierro e incertidumbre. El género se mueve entre la metafísica y las cuestiones prácticas. Pero las editoriales multiplican sus enfoques y apuestas por ella, bien para curar el alma o para lograr la mejor croqueta.

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Los tiempos de crisis y nubarrón resultan propicios. Las épocas de retiro forzado inducen a indagar en los porqués y en quiénes somos. También a perfeccionar o reinventarse en las aficiones. Una oportunidad para las editoriales que multiplican su capacidad de propuesta y para los autores con audacia, tino e incluso descaro a la hora de ofrecer respuestas. La tendencia al alza comenzó, según algunos editores consultados, en 2017. Pero en las dos últimas temporadas ha reventado. Si bien el sector editorial, en general, ha crecido un 25%, la autoayuda llega al 42%, según GFK, la empresa que audita el mercado de libros en España. Una mina.

Psicología, psiquiatría, budismo, meditación y hasta nutricionistas motivacionales… De la comida a la búsqueda del silencio y del yoga al manejo de la tecnología, hay para todos los gustos. El caso es superar, según Ángeles Aguilera, editora de no ficción en Planeta, “crisis concretas”. Son títulos que pueden superar los 100.000 ejemplares con la capacidad de prolongarse mucho en el tiempo. “No hablamos de ventas fugaces, sí de muy sostenidas”, asegura Aguilera. La autoayuda facturó en 2020 casi 28 millones de euros (sin contar el bolsillo), de un total de algo más de 236 millones dentro de la categoría no ficción. Es decir: representa un 10% de este mercado.

“El segmento está creciendo ahora a ritmo que dobla el del crecimiento de todo el mercado del libro. Es una tendencia que lleva años consolidándose y que se ha acelerado en el contexto de la pandemia”, añade Carlos Martínez, responsable de los sellos Conecta y Grijalbo, pertenecientes al grupo Penguin Random House. “En mi opinión, la razón de este éxito viene potenciado por un entorno de cambio hiperacelerado que exige una mayor dedicación a la gestión del yo y a la necesidad de adaptarnos a esa transformación en múltiples aspectos de nuestras vidas”.

Martínez los divide a su vez en dos tipologías: “Aquellas propuestas que ayudan a los lectores a mejorar su fortaleza emocional, en la línea de los libros de Rafael Santandreu o de Patricia Ramírez. Y por otra parte los que buscan fortalecer los hábitos saludables de los lectores, como en el caso de Xevi Verdaguer o Blanca García-Oreo. En todo caso, prima la orientación práctica sobre cualquier otra”.

Aguilera añade en sus propias categorías lo siguiente: “Podríamos pensar en los que parten de una experiencia personal del autor, alguien con una crisis, que sufre un revés importante y que decide cambiar radicalmente de vida. El otro grupo sería el de profesionales (psicólogos, psiquiatras o… budistas, llegado el caso) que abordan estos temas desde su conocimiento y en un tono para la divulgación a grandes públicos”, comenta la editora para subdividir el género.

Del primer ámbito, Aguilera destaca a Curro Cañete, cuya salida del armario relatada en El poder de confiar en ti alcanza 20 ediciones con 115.000 ejemplares vendidos. Rut Nieves y sus 200.000 copias de su trilogía Cree en ti primero autopublicada —con su padre distribuyendo los paquetes de sus libros— y, del lado experto, la editora de Planeta habla de Anabel González, psiquiatra de A Coruña, con Lo bueno de tener un mal día o Las cicatrices que no duelen.

La salud mental

Los tres se unen a un mercado que domina el actual rey: Rafael Santandreu, que publica en Grijalbo, cuyo último título es Sin miedo y que ha alcanzado según la editorial el millón de lectores en todos sus títulos. “Estamos asistiendo a una revolución en el autocuidado de la salud mental. Es algo análogo a lo que sucedió en los años ochenta con la salud física”, afirma Santandreu. Hasta entonces, en gran parte, la gente no relacionaba su estilo de vida con la salud, por raro que parezca hoy. Fumar, beber, no levantarse apenas del sofá para hacer deporte y comer a capricho eran la norma, según el autor. “Ahora, mucha gente se da cuenta de que también puede promover una buena salud mental. Y que, en gran medida, va a depender de uno. Dicha práctica representa un nuevo tipo de gimnasia emocional. Mis libros, por ejemplo, están basados en la terapia cognitiva conductual. Pero también la meditación, el yoga, el entrenamiento neurocognitivo….”, comenta.

Y como desde el lado oscuro, la editorial Planeta ha publicado su antídoto. La periodista holandesa Marian Donner acaba de sacar su Manifiesto contra la autoayuda. Argumenta que nunca han existido más títulos de este género a nivel mundial y sin embargo se dispara todo aquello que tratan de calmar. “La razón por la que la autoayuda se ha convertido en algo muy popular es porque ofrece una sensación de control”, asegura Donner. “En este contexto donde pocos pueden encontrar una casa a precio razonable o tienes un trabajo de mierda, la inseguridad crece. El coronavirus lo agravó diez veces a peor. La autoayuda transmite que está en tu mano la solución, depende de tu cuerpo y tu mente”.

Para Donner, estos libros responden a una lógica ultraliberal del mercado e inducen a resistir contra lo imposible: “Esta industria de la autoayuda convierte lo político en algo personal. Cada valor se tasa, pero cada cual nos arreglamos con las sobras. La desigualdad crece, las redes de seguridad desaparecen, las comunidades se disuelven, no encontramos sentido a nada, las cifras de depresión y ansiedad se disparan… Sin embargo, la autoayuda te empuja a que pienses en positivo, sigas sonriendo porque eso reduce el estrés y encima te transmite que es culpa tuya que no te sientas feliz. Dirige tu rabia hacia dentro en vez de alentarte a que lo expreses hacia fuera, contra los poderes políticos y económicos que nos controlan. Buscan un ideal que nos transforma en robots cuando debemos centrarnos en mejorar como seres humanos”.

Santandreu cree que Donner tiene parte de razón, pero difiere: “Estoy de acuerdo con ella sobre que existen libros muy malos de este género. Yo diría que la mayoría lo son. Pero, de entre todos, hay verdaderas joyas. La relación que apunta Marian entre la mala salud mental y la existencia de muchos libros de autoyuda que no valen no la veo tan clara. Yo creo más bien que la presión de la vida moderna con sus superexigencias es más bien la causa principal del malestar emocional”. En eso, cree Santandreu no influye que existan títulos sin valor: “Simplemente, la gente los olvida, puesto que no aportan nada. Poco más”.


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