La Barbie humana es rusa y se llama Valeria Lukyanova

Desde su creación en 1954, Barbie se ha convertido en la muñeca más famosa de la historia. No solo en el ámbito doméstico, donde millones de niñas siempre la han considerado un ejemplo a seguir, sino también en la esfera pública. Figuras de la talla de Andy Warhol, Calvin Klein o el estudio cinematográfico de Pixar han tomado como referencia el ya mítico juguete. Alcanzando a veces los límites más insospechados. En 2012, la joven ucraniana Valeria Lukyanova alcanzó una popularidad inusitada gracias a su increíble parecido físico con la muñeca de Mattel, llegando a ser más conocida como ‘barbie humana’. Una similitud muy alejada de la casualidad.

¿Su sueño? Ser la Barbie humana

Bajo este apodo, Lukyanova se presentó al mundo como la copia en carne y hueso de Barbie. Un objetivo que la modelo superó con creces tras multitud de retoques y operaciones. Cada día, Lukyanova se aplica varias capas de maquillaje y cambia el color de sus ojos con unas lentillas especiales. El resto de la transformación tuvo lugar en los quirófanos, de donde surgieron sus implantes mamarios, y en el gimnasio. Allí, la joven ejercitó su esbelta figura con un entrenamiento personalizado, que complementa con una dieta de lo más particular, compuesta únicamente por verduras licuadas. Todo ello, dio como resultado una imagen más propia de la ciencia ficción que de la vida real.

Una percepción que, tras muchos años de sacrificio, la propia Valeria Lukyanova parece haber aceptado. Y es que la Barbie humana ha experimentado en los últimos meses un cambio totalmente radical en su aspecto.

Todo sea por el trabajo

La causa de este cambio de actitud no es otro que el mercado laboral. Y es que la modelo y artista ha encontrado recientemente un nuevo empleo, que requiere una apariencia más natural que la que antes lucía. Según afirman medios internacionales, Lukyanova trabaja ahora como instructora en una escuela de viajes extracorporales. Esto, sumado al cansancio que ese drástico estilo de vida había causado en la joven, habría propiciado esta inesperada renovación.

A día de hoy, Valeria Lukyanova ha dejado atrás sus antiguas motivaciones, embarcándose en un viaje espiritual que ha afectado tanto a su cuerpo como a su forma de ver la vida. Donde el deporte y el arte poseen un puesto privilegiado. El maquillaje y las lentillas han dejado paso a una belleza natural que hasta ahora permanecía escondida.


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