La brillante transformación de Ana Obregón

El dolor y el vacío que Ana Obregón siente desde la muerte de su hijo, Álex Lequio, fallecido el 13 de mayo de 2020, es algo que le acompañará toda su vida. A través de las redes sociales, la polifacética actriz ha ido compartiendo con sus seguidores las fases de su duelo, expresando cómo se siente y también cómo ha evolucionado. Pues si bien llegó a reconocer que murió junto a su hijo, siempre tuvo claro que renacería de sus cenizas, cual Ave Fénix, para continuar con su legado.

Los primeros meses fueron especialmente duros, pero gracias al cariño y amor de su familia y amigos, que no la han soltado de la mano en ningún momento, Ana Obregón vuelve a sonreír poco a poco. Si hace unas semanas regresó a la televisión para ser la invitada de ‘Mask Singer’, donde demostró tener un gran talento adivinatorio, hace unos días emprendió un viaje muy especial a Roma.

La capital Italiana es muy especial para ella, no solo porque tenía previsto visitarla cuando Álex se curase, tal y como ha desvelado en sus redes sociales, sino también porque es ahí, en la ciudad del Coliseo y de la Fontana di Trevi donde tiene su origen la familia paterna de su hijo.

Un viaje muy emotivo que ha realizado de la mano de su mánager y amiga incondicional, Susana Uribarri, a quien quiso agradecerle todo lo que ha hecho por ella en su sentido post de Instagram: “Ella ha conseguido sacarme de casa después de 15 meses de mi retiro en los que he vivido mi duelo entre cuatro paredes sin querer (ni poder) ver el mundo sin mi hijo. Me ha cogido de la mano y me ha traído a Roma, un viaje que teníamos pendiente para cuando Aless se curara. Y aunque mi corazón sigue de luto, quiero volver a caminar por las calles, salir a comer y cenar, respirar ese aire de la Ciudad Eterna que tantos recuerdos me trae de los años en que trabajé aquí en series y películas. Ella es mi amiga desde que éramos casi unas niñas. Es mi amiga del alma. Sé que Aless te estará agradeciendo desde el cielo estos días en Roma con su mamá”.

Tras disfrutar de Roma y de sus localizaciones más turísticas, a comienzos de esta semana acudía al Plazzo Torlonia, es decir, a la casa familiar de los Lequio, donde pasó tantos buenos ratos acompañada de su hijo y de la familia paterna de este. “Esta mañana he estado en tu lugar favorito de Roma: la casa de la maravillosa familia de Alessandro Lequio, El Palazzo Torlonia. Demasiados recuerdos tuyos correteando por este maravilloso patio situado en este histórico Palazzo construido en el siglo XVI. Tus navidades con la ‘nonna’, mi adorada Sandra, y tantos momentos que de golpe se amontonan como si el alma en estos rincones volviera a latir de nuevo”, recordaba Ana junto a una fotografía, en la que se le podía ver posando en el gran patio del edificio.

Aunque poco a poco, Ana Obregón está retomando su vida, las salidas y el poder disfrutar del día a día. Eso sí, siempre teniendo a su hijo, su gran amor, presente.




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