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La Cámara de Representantes pendiente de media docena de escaños y unos miles de votos

La Cámara de Representantes pendiente de media docena de escaños y unos miles de votos

La página oficial de los resultados electorales del Estado de California lo advierte desde el principio: quedan 32 días de plazo, hasta el próximo 9 de diciembre, para finalizar el escrutinio y que los condados comuniquen los resultados. No se espera que se agote el plazo, pero prisas, las justas. Tras la victoria demócrata en el Senado, el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y con ello buena parte del futuro político de la primera potencia mundial, está en el aire por la lentitud del escrutinio y lo ajustado del resultado casi una semana después de la votación. De que cambien de signo o no media docena de distritos en los que por ahora la diferencia es de unos pocos miles de votos depende que los republicanos o los demócratas controlen la Cámara Baja.

El resultado final del escrutinio oficial es, obviamente, el que decide quién gana las elecciones en cada uno de los 435 distritos de la Cámara. Desde hace unos 175 años, sin embargo, Associated Press (AP) se ha dedicado a tabular los resultados que se van publicando, calcular lo que resta por procesar y proclamar a los ganadores con una metodología que alguna vez ha fallado, pero que es casi infalible. Además, con el clima de desconfianza creado por el expresidente Donald Trump y sus seguidores, está extremando la cautela. Las televisiones, otros medios de comunicación e institutos demoscópicos realizan también sus propias proyecciones. Con los datos oficiales, en muchas circunscripciones no se sabe ni el porcentaje que se lleva escrutado, pues en muchos distritos ni siquiera ha terminado el plazo de recepción del voto por correo.

AP ha adjudicado ya a los republicanos 212 escaños, por 204 a los demócratas. NBC News es más atrevida y proyecta un resultado final de 219 a 216 a favor de los republicanos, pero se concede un margen de error de +/- 4 escaños. Tomando en cuenta que la mayoría está en los 218, eso sigue dejando la victoria en el aire.

Continuando con AP, quedarían 19 escaños por adjudicar. Hay dos (Alaska y el segundo distrito de Maine) que dependen de un sistema de voto preferencial, es decir, una especie de segunda vuelta automática en la que el escaño lo deciden la segunda opción del tercer o cuarto candidato si de primeras ninguno supera el 50%. La ventaja demócrata es tan sólida que los tienen casi garantizados, pero como hay que completar la primera fase del escrutinio antes de ver las segundas preferencias, el resultado puede tardar aún al menos otra semana.

De los 17 restantes, en 10 van por delante los republicanos (los distritos 3, 13, 22, 27, 41 y 45 de California; el 22 de Nueva York; el 3 de Colorado, y el 1 y el 6 de Arizona) y en otros 7 tienen ventaja los demócratas (el 6, 9, 21, 47 y 49 de California, el 8 de Colorado y el 6 de Oregón). Si cada partido se mantuviese por delante en los suyos, el resultado final sería de 222 a 213 a favor de los republicanos. Para que el partido del presidente, Joe Biden, gane, tiene que darle la vuelta al escrutinio a cinco escaños netos. Por ejemplo, mantener todos los suyos y adelantar al partido de Donald Trump en cinco. No parece muy probable, aunque en general el voto por correo y otras modalidades que se escrutan más tarde suele favorecer a los demócratas.

Bajando al detalle de esos 17 escaños, la ventaja demócrata parece bastante sólida en los siete que encabezan, bien por la distancia que mantienen o bien por lo avanzado del escrutinio. En el que la diferencia era menor (Colorado-8), quedan pocos votos por contar y la candidata republicana ha reconocido la victoria demócrata antes que AP.

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Suponiendo, por tanto, que los demócratas se apuntan los dos distritos del voto preferencial y los siete que aventajan, llegarían a 213 escaños. Pero aun en ese caso, tendrían que darle la vuelta a cinco de los 10 en que los republicanos van en cabeza y eso, aunque no es imposible, empieza a parecer ya el cuento de la lechera. En los distritos 3, 27 y 45 de California la diferencia a favor de los republicanos es de más de cinco puntos y en Nueva York-22, aunque es de 1,5, parece muy difícil de revertir por lo avanzado del escrutinio. Los demócratas tenían algunas esperanzas puestas en California-41, un distrito rediseñado, porque la diferencia era pequeña, pero la ventaja del congresista republicano Ken Calvert se ha ampliado y ahora es de 2,6 puntos (4.066 votos). Las encuestas daban como claro favorito a Calvert.

En California, el retraso del recuento permite alguna sorpresa, pero si los republicanos se apuntasen esos cinco en que tienen amplia ventaja, los demócratas necesitarían un pleno en los otros cinco y no es nada fácil. Solo hay uno (Arizona-6) donde las tendencias parecen apuntar, con cautelas, al cambio de signo, por cómo ha evolucionado el escrutinio y por el voto urbano de Tucson que queda por escrutar. Este domingo por la noche la ventaja republicana era de 1.773 votos, 0,56 puntos.

Hay otros tres en que la ventaja republicana es escasa. En California-13, una zona de mucha población hispana en el Valle Central, es de solo 84 votos con el 61% escrutado, así que no hay nada decidido. En Arizona-1, en las zonas residenciales del condado de Maricopa, la diferencia es de 894 votos, 0,26 puntos, pero los demócratas iban en cabeza y se han visto superados. En Colorado-3, un distrito que parecía claramente republicano, la extremista proarmas Laura Boebert lleva solo 1.122 votos de ventaja (0,26 puntos), pero el escrutinio está muy avanzado.

Y queda otro distrito, California-22, que sería toda una historia si resultase decisivo. Es el que defiende David Valadao, uno de los 10 representantes republicanos que votaron a favor del proceso político (impeachment) a Donald Trump. De los 10, por ahora solo uno ha conseguido renovar, porque Trump se vengó de ellos apoyando a otros candidatos en las primarias del partido. Valadao se benefició de que en su distrito el voto trumpista se dividió entre dos opciones y ahora defiende su escaño, logrado en 2020. Lleva una diferencia a su favor de 5 puntos (2.878 votos) con un 53% del escrutinio, pero en 2018 su ventaja en la primera fase del recuento era tan amplia que AP le adjudicó el escaño y al final tuvo que rectificar porque perdió. Fue una de las pocas veces que se equivocó.

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