La caraja txuri urdin sí que es de Champions


El proceso de descomposición de la Real parece no tener fin y su desplome post-confinamiento es tan brutal que amenaza con asolar cualquier opción continental en los próximos partidos. La Real tuvo que parar por los estragos del COVID-19 con una ventaja de ocho puntos con respecto al octavo, el primero que se quedaba sin Europa, y en cuarta posición, a uno del tercero.



Ahora, tras la serie demoniaca de un punto de 15, tiene los puestos de Champions a 11 y siete puntos, por lo que ese objetivo ya se ha olvidado por completo. Pero lo que es peor es que, tras la derrota ante un rival directo como el Getafe, los puestos que dan pasaporte directo a las plazas de la Europa League quedan a cinco y cuatro puntos.

Por lo tanto, a la Real le quedan dos opciones: la primera es emprender una remontada inmediata y, entre otras cosas, vencer al Villarreal en su casa en la antepenúltima jornada para poder aspirar a ese sexto puesto que tienen los amarillos con cuatro puntos más (ganaron 1-2 en Anoeta). La segunda es resignarse a tratar de sujetar esa séptima posición que ya tiene, con una ventaja de un punto con el Valencia, dos con el Athletic y cuatro con el Granada. Esa plaza final obliga a disputar tres eliminatorias previas a partido único para pasar a la fase de grupos de la Europa League.

En todo caso, por todo, derrotar al colista, el Espanyol, mañana en Anoeta se antoja vital.

LAS CINCO CLAVES DE LA DERROTA ANTE EL GETAFE

1. A este nivel, los regalos son imperdonables

Es imperdonable que en un partido en el que no está pasando nada, en el que bostezan hasta las ranas, la Real regale el 1-0 por un golpeo tan infame de Remiro ante la leve presión de Hugo Duro, al que regala el balón. Pero aún fue más grave donar el 2-1 casi al final con un punto en la mano que habría sido valioso. Zubeldia, Aritz y Remiro estuvieron catastróficos y todos, muy cándidos.

2. Los arbitrajes ya tienen tufo de persecución

Es imposible darle la espalda. Tanto error arbitral contra la Real, tanto penalti pitado con 0-0 empieza a escamar, comienza a tener tufo a persecución o incluso a consigna desde arriba. Hugo
Duro debió ser expulsado por un alevoso codazo a Zaldua antes de la acción del penalti, en la que nítidamente pisa a Le
Normand antes. Álvarez Izquierdo, el del VAR, tuvo que verlo y decidió pasar de todo.

3. No aprovechan el momento dulce otra vez

Pasó contra el Celta y contra el Getafe. La Real no fue capaz de sacar partido de sus mejores momentos sobre el campo. Tras el gol de Januzaj, los donostiarras gozaron de buenas ocasiones, una anticipación de Oyarzabal a Cucurella, un remate fallido de Isak y un cabezazo en parábola de Elustondo, pero no golpeó. Y perdió el partido por un patético regalo.

4. Doblan al Getafe en duelos aéreos ganados

Se sabía que el partido podía jugarse en la estratosfera y en esa faceta la Real estuvo bien. Los txuri urdin superaron en 47 duelos aéreos a los del Getafe, que se quedaron en 23. Los realistas también pudieron aguantar estoicos los repetidos golpes recibidos, media docena de Cucurella, tres mamporros de Damián, y un entradón muy peligroso de Chema a Isak.

5. Pacheco se funde, pide el cambio y se crea el zulo

Pacheco debutó en Primera y cuajó una sensacional actuación desde el momento en el que se sacudió los nervios de pipiolo que le atenazaron al inicio. Salió de sitio para secar a Mata, habilitó en largo a Merino en el gol realista, se le vio cómodo… Pero se fundió y pidió el cambio. Imanol no varió el sistema, colocó ahí a Zubeldia y por ese flanco se fraguó la derrota.


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