El Real Madrid sigue sin tocar fondo en una caída libre que no encontró el final en un aciago enero, donde sumó tres de las ocho derrotas que ha acumulado en los 28 partidos disputados esta temporada. El conjunto blanco ya encadena más duelos perdidos en 21 jornadas que en todo el campeonato pasado, cuando salió campeón.
El batacazo ante el Levante en Valdebebas (1-2) supone el penúltimo capítulo de un drama que puede acabar en tragedia si el Atalanta deja al Madrid fuera de la Champions en los octavos de final. En apenas tres semanas el equipo de Zinedine Zidane se ha despedido de la Supercopa de España, ha caído eliminador con bochorno incluido en la Copa del Rey contra un Segunda B y se ha descolgado de la pelea por LaLiga, el título que más valora el entrenador francés. La victoria del Atlético ante el Cádiz en el Ramón de Carranza (2-4) estira la desventaja blanca hasta los 10 puntos, teniendo los colchoneros un partido menos en su haber.
Los problemas crecen
El conjunto blanco, que jugó con un hombre menos ante el Levante durante 82 minutos por la temprana expulsión de Eder Militao, evidenció que no solo es incapaz de poner remedio a los muchos problemas que se le acumulan sino que partido a partido aparecen otros.
El once titular está exprimido física y futbolísticamente y los suplentes no han dado el callo cuando las lesiones han diezmado a la plantilla. Casemiro, Varane, Modric, Benzema y Kroos apenas tienen respiro y dijeron ‘basta’ contra el Levante, exhaustos tras el partido.
Para recibir a los granotas Bettoni solo pudo contar con 16 jugadores del primer equipo debido a las bajas de Ramos, Carvajal, Nacho, Valverde, Rodrygo y Lucas. Odriozola y Militao, los dos jugadores de campo menos utilizados, pagaron su inactividad, no estuvieron a la altura y salieron como los grandes señalados de la derrota mientras Isco y Marcelo ni jugaron. Las salidas de Luka Jovic y de Martin Odegaard en forma de cesión ponen de relieve también la mala gestión de Zinedine Zidane, incapaz de activar todos sus recursos para mantener con vida a su equipo en todos los frentes.
La Champions, último recurso
Zinedine Zidane, que sigue en el alambre por los malos resultados y por su errática gestión, se agarra ahora a la Champions como última tabla de salvación de la temporada. El futuro del entrenador francés se decidirá en junio pero su destitución podría precipitarse si el Madrid cae eliminado en los octavos de la Champions ante el Atalanta.
La máxima competición continental se presenta ahora como la gran oportunidad para no acabar el curso en blanco. El Real Madrid enlaza dos temporadas consecutivas cayendo en la primera eliminatoria (Ajax de Amsterdam en 2019, Manchester City en 2020) y una nueva debacle en su torneo fetiche marcaría definitivamente el final de ciclo en la casa blanca. Hasta el momento el Madrid no ha dado señales de ser candidato a la Orejona, algo que sí ocurrió en 2018, cuando ganó la Champions tras ‘tirar’ la Copa y LaLiga antes de tiempo. Entonces, eso sí, contaba con Cristiano Ronaldo.
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