La desafiante contestación de Isabel Pantoja a un amigo que le reclama una deuda

De Isabel Pantoja se ha hablado y se habla mucho, pero no soy de las personas a quien le guste alimentar leyendas, si es que lo que voy a descubrir se pueda llamar así. De momento, no ha pasado el tiempo suficiente como para que se considere como tal, pero sí es cierto que me llegó en pleno conflicto familiar, con informaciones publicadas sobre los problemas económicos de madre e hijo y de los acreedores de la artista llamando sin éxito a la puerta de Cantora. Es bien sabido que la entrada a la finca en la que vive Isabel Pantoja con su hermano Agustín está cerrada a propios, extraños e incluso a sus hijos, al menos así lo contó públicamente en ‘El Programa de Ana Rosa’ Isa, la única hija de la cantante.

La joven explicó que cuando decidió ir a Cantora en diciembre pasado, preocupada por el estado de su madre tras estallar públicamente el conflicto con su hermano por la gestión de la herencia de Paquirri, tuvo que saltar la valla de acceso. No tiene copia de las llaves y tampoco llamó. Nadie la esperaba. Después de saltar, sí pudo hablar con su madre un buen rato. Nunca más se han vuelto a ver. Por su parte, Kiko Rivera, su hijo mayor, no piensa de momento personarse en la que también es su finca (posee el 47,6 por ciento de las acciones) aunque él mismo ha reconocido que alguna vez se lo ha planteado.

Isabel Pantoja
Isabel Pantoja ha vivido muchos malos momentos en su vida, pero puede que este sea el peor / Gtres

Una vez más, los datos, los testimonios y confirmar los hechos es el camino. Quien puede me confirma hasta la última palabra que puse en cuarentena. Vaya por delante que entiendo que Isabel debe estar pasando por el peor momento de su vida. Sí ya sé que perdió muy joven a su marido, que fue condenada a 2 años de prisión en el caso blanqueo y que siendo una estrella cumplió condena en una cárcel de mujeres. Sin embargo, creo, por toda la información que voy confirmando, que se aleja de sus dos hijos a pasos agigantados, que su situación económica empeora día a día de una manera asfixiante y las deudas con amigos se le acumulan sin que, aparentemente tenga intención de saldarlas.

Y si en su proceder con los hijos no la entiendo, aunque confío en que en algún momento aclaren sus asuntos y sus dineros, la forma de proceder con los amigos que un día le ayudaron me escandaliza. Lo siento, pero me parece un escándalo que haya una señora de 82 años -Loli Pozo, a quien debe 76.000 euros- pasando muchos apuros y que Pantoja no se despeine, después de haber manejado mucho dinero en sus últimos contratos televisivos. Recuerdo al abogado Joaquín Moeckel, quien le reclamó los enseres de toreo que Francisco y Cayetano Rivera Ordóñez heredaron de su padre y que Pantoja, su viuda, nunca les ha entregado, decir aquello de “Las acciones civiles y penales tienen prescripción de los plazos. Lo que no prescribe nunca es la maldad de las personas”.

Isabel Pantoja
Pantoja se aleja de sus dos hijos a pasos agigantados, su situación económica empeora día a día de una manera asfixiante y las deudas con amigos se le acumulan / Gtres

Pero vamos a la confirmación de lo que no me podía creer por inverosímil. No se trata de criticar a Isabel Pantoja, sino de confirmar cuál es la situación y sus intenciones con las personas a las que debe dinero y que llevan años esperando recupéralo. Fue en marzo, en Cantora. Isabel recibe la visita de un amigo a quien conoce hace mas de 30 años. De confianza y con afectos en toda la familia. El hombre, un empresario sevillano que en su día le prestó dinero “cuando a ella no le iban las cosas bien y lo necesitaba”, según me explica en primera persona, se presenta en la finca para hablar con ella. Fue un préstamo personal, en billetes y con un abrazo.

Siete años después, el empresario le vuelve a reclamar el dinero. La artista no reacciona bien. Comienza una discusión. Ambos se conocen y se dicen las cosas a la cara para que no haya duda. La discusión crece cuando el amigo cuestiona a su hermano Agustín, ausente ese día. Isabel lo defiende. La tensión es inevitable y es entonces cuando la artista le espeta y desafía: “Mi hermano dice que si no tienes papeles no vas a cobrar”. Mi fuente me dio buena información; palabra por palabra. La demanda ya está en el juzgado.


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