La cuesta del Camp Nou se empinó más aún con la expulsión de Brais Méndez en la primera parte, convirtiéndose la eliminatoria ya en un puerto de ‘Hors catégorie’.
Imanol y los suyos pusieron piñón grande y plato pequeño para buscar la épica ascensión, pero no fue suficiente, aunque consiguieran cansar y desquiciar al ‘maillot’ amarillo.
La innecesaria y algo temeraria acción de Brais, más por la falta de argumentos para hacerla que la peligrosidad, que también, decantó por completo y demasiado pronto un encuentro en el que la Real ya estaba a merced de Dembélé y su picorcito, al más puro estilo Curry.
Desquiciado
El gallego venía de unos minutos de desconexión total tras sufrir un codazo de Lewandowski, que no fue sancionado. Ya realizó varias acciones que mostraban su desquicio. Una entrada rara al polaco en la que Gil Manzano ya avisó al de Mos de que no le iba a pasar ni una más. Y en pocos minutos llegó la roja. Entró con los tacos por delante a Busquets a la altura del tobillo. El balón quedó suelto tras una entrada de amarilla clara del capitán culé sobre Kubo, y al no señalarla a tiempo el colegiado, la falta de Brais contabilizó. Vio la roja directa después de que Gil Manzano revisara la acción, que había sido sancionada inicialmente con amarilla.
Una roja que no afectará
Se trata de la primera expulsión de Brais Méndez en el fútbol profesional, tras 198 partidos, a sus 26 años. No recordará con alegría este día, eso seguro.
La buena noticia para la Real es que, en principio, salvo que le caigan cuatro partidos o más de sanción, sí podrá jugar el domingo en el Santiago Bernabéu y, por tanto, cumpliría la sanción solo en Copa del Rey, ya el próximo curso. Las sanciones de uno a tres partidos se cumplen en la competición donde te expulsan, mientras que las más graves se aplican a todo el fútbol nacional. Brais llegará fresco de piernas a la cita de Madrid, algo que agradecerá el resto tras el esfuerzo extra realizado.