Presentado este viernes en el Wanda Metropolitano, Marcos Llorente expresó su determinación, la misma que demuestra sobre el césped, en su elección del Atlético de Madrid, “atraído” por su “ambicioso proyecto” y por Diego Simeone, convencido por la “confianza” que siente del club y con el número ‘14’ que lucieron el técnico argentino y Gabi Fernández, dos referencias de éxito en el equipo rojiblanco.
“Tenía clara una cosa: quería venir a un proyecto ambicioso y, sobre todo, lo más importante, que confiaran en mí y que apostaran por mí. Y aquí en el Atlético tengo las dos cosas”, valoró el futbolista de 24 años, con traje gris, camisa blanca y sin corbata, acompañado de familiares y amigos en el auditorio de su nuevo estadio.
Ha firmado por cinco temporadas. El Atlético ha apostado fuerte por él. Ya lo deseó hace un par de años, cuando despuntó en el Alavés, pero entonces el Real Madrid contaba con él. Lo recuperó para las filas del primer equipo blanco, pero no ha tenido el protagonismo que esperaba. En dos años, ha jugado 36 partidos. 25 de titular.
No entraba en los planes de Zinedine Zidane para el nuevo curso. Y ahí irrumpió el Atlético. Lo quería sí o sí. Con Rodrigo Hernández en el equipo. O sin él, como ocurrirá finalmente con su marcha ya comunicada y asumida por el club, aunque no oficial, al Manchester City. El número ‘14’ suyo la pasada campaña ya es de Llorente -posó con él en la foto final de la presentación-. Una evidencia de su inminente salida por 70 millones de euros.
No es un dorsal sin más en los últimos tiempos en el Atlético. Lo llevó Simeone, cuando conquistó el ‘doblete’ en 1996 con su intensidad y su llegada desde el centro del campo. Y también Gabi, el capitán campeón de seis de los siete títulos con el técnico: una Liga, una Copa del Rey, dos Ligas Europa y dos Supercopas, una de España y otra de Europa.
Ya ha hablado con Simeone: “Me dio la bienvenida y me transmitió su confianza. Es un grandísimo entrenador, con un carácter único y una capacidad enorme de transmitir su fútbol a sus jugadores. Estoy encantado de estar aquí, ponerme a sus órdenes y tanto él como el proyecto que tiene este club es algo que me atraía mucho y, en cuanto saltó el interés del club por mí, no dudé en venir”.
Medio centro de contención, dinámico e intenso, rearma al Atlético en el centro del campo, con varias opciones para compartir esa demarcación: Héctor Herrera, cuyo fichaje está atado pero aún no es oficial desde el Oporto; Saúl Ñíguez, Thomas Partey, Koke Resurrección… Son cinco posibilidades para dos posiciones dentro del 4-4-2. Y una competencia interna altísima, a la que tanta transcendencia y en la que tanto insiste cada año Simeone.
Ganador de una Liga de Campeones, dos Supercopas de Europa, una de España y dos Mundiales de Clubes, llega con toda la ambición del mundo: “Nosotros aspiramos a competir y pelear por todos los títulos. Eso es lo que queremos hacer. Creo que tenemos capacidad y calidad para conseguirlo”.
Lleva “con naturalidad” su pasado madridista. Ha pertenecido a ese club desde los 13 años, cuando aterrizó en él como infantil tras su paso por Las Rozas, Roceña y Rayo Majadahonda, por ese orden. “Sé que es algo poco común que ha pasado. Era lo mejor para mí. Estoy encantado y muy feliz de venir aquí. Vengo con todo mi trabajo y mi compromiso para ayudar al equipo en lo que necesite y luchar juntos por esta camiseta”, afirmó.
“Es sin duda un excelente fichaje”, remarcó Enrique Cerezo, su presidente. También resaltó su “compromiso, su capacidad de anticipación e intuición” e, incluso, “su pegada y su gol”. Y recordó que “pertenece a una saga de magníficos deportistas”. Dos jugaron en el Atlético: Ramón Grosso, su abuelo materno, y Paco Llorente, su padre.
Ramón Grosso, en el curso 1963-64, cedido por el Real Madrid para salvar al Atlético de una situación límite, cuando el descenso era una realidad más que inquietante. Disputó 13 partidos, marcó tres goles y fue vital para la salvación. Paco Llorente jugó de 1985 a 1987, antes de recurrir al decreto 1.006, el antecedente de la cláusula de rescisión, para fichar por el Real Madrid. La indemnización fueron 50 millones de pesetas (300.000 euros).
“Hablé con mi familia y creíamos que el Atlético era lo mejor para mí, por el juego y por el gran club que es”, resumió Marcos Llorente, el nuevo ‘14’ de Simeone.
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